Angela Merkel, la canciller imbatible
Merkel demostró un talento especial para neutralizar o marginar a los políticos que se interponían en su camino. Esto aplica tanto para sus compañeros de partido como para sus rivales de otras agrupaciones.
La "chica de Kohl" deja el apodo en el olvido
El veterano canciller Helmut Kohl dio a Merkel su primer puesto ministerial e impulsó su carrera. Tras perder en 1998, Kohl vio como su discípula le daba la espalda, al igual que la Unión Cristianodemócrata (CDU). Merkel, entonces secretaria general de la CDU, dijo que Kohl, quien había aceptado donaciones de fuentes que se negó a revelar, había dañado al partido. Y siguió adelante sin él.
Gerhard Schröder, el fin de una carrera
Merkel marcó el fin de la carrera del entonces canciller Gerhard Schröder en la elección de 2005, aunque la vanidad del socialdemócrata ayudó en ello. Su partido, el SPD, terminó un punto detrás de la alianza CDU/CSU. En la TV, Schröder aseguró que los alemanes querían que él siguiera al mando, pese a que las cifras decían otra cosa. Luego, ella asumió la cancillería y él se retiró de la política.
Frank-Walter Steinmeier, eterno socio
Steinmeier fue ministro de Exteriores de Merkel por cuatro años (2005-2009), hasta que los socialdemócratas la desafiaron en las elecciones de 2009. Mucha gente dice que la dura derrota del SPD se debió a la falta de carisma de Steinmeier. Pero él se recuperó y en 2013 volvió como ministro, de nuevo con Merkel como jefa. En 2017, se convirtió en presidente de Alemania.
Günther Oettinger, fuera del camino
Eliminar rivales no siempre significa sacarlos de la escena política. Merkel envió a su compañero de partido y potencial rival Günther Oettinger, ministro presidente de Baden-Württemberg, a un alto cargo en la Comisión Europea en 2010. Oettinger no tenía experiencia política a nivel comunitario, pero era famoso por sus declaraciones carentes de tacto. Hoy está en su tercer puesto como comisionado.
Roland Koch, abandonado en el frío
Roland Koch era conocido por su amistad con el Dalai Lama y por reunir millones de firmas para echar abajo los planes del gobierno para la doble ciudadanía. El ministro presidente de Hesse era parte de la camarilla de hombres de la CDU que nunca imaginaron el ascenso de Merkel y que pensaban que la sobrevivirían. Koch esperó en vano que lo llamaran desde Berlín. Al final, ella lo sobrevivió a él.
Christian Wulff, el infortunio hecho presidente
Christian Wulff no era la primera opción de Merkel para asumir la presidencia, pero la renuncia en 2010 de Horst Köhler la puso en apuros y los jefes de partido no aprobaron el nombre de Ursula von der Leyen (actual presidenta de la Comisión Europea). La elección de Wulff fue una sorpresa para todos, incluso para él mismo. Después renunció acusado de corrupción, cargo del que fue absuelto.
Peer Steinbrück, el hombre correcto en el momento equivocado
Merkel estaba en la cima cuando el SPD nominó a Peer Steinbrück como cabeza de lista para las elecciones de 2013. La canciller no tuvo rival en su partido y había liderado la lucha contra la crisis de la deuda en Bruselas. Steinbrück, ministro de Finanzas de Merkel y ex ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, tenía la experiencia como canciller, pero tenía pocas opciones ante Merkel.
Friedrich Merz, retorno y adiós
Friedrich Merz era líder de la fracción parlamentaria de la CDU/CSU hasta que fue sacado del puesto por Merkel en 2002. Dejó su asiento en el Parlamento en 2009 y se convirtió en presidente del mayor administrador de patrimonio del mundo, BlackRock. Cuando Merkel anunció su dimisión como líder de la CDU, Merz regresó a la política y se ofreció para reemplazarla. Pero perdió ante Armin Laschet.