1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

América Latina, golpeada por el secuestro

Eva Usi28 de junio de 2013

México, Honduras, Venezuela y Colombia son atractivos para empresarios europeos, pero figuran entre los países más peligrosos, según empresas que ofrecen asesoría en seguridad. Uno de los grandes riesgos: el secuestro.

https://p.dw.com/p/18xjH
Imagen: picture-alliance/dpa

El peor momento del cautiverio de María Concepción Marlaska y su pareja Ángel Sánchez, capturados en mayo pasado por delincuentes comunes en Colombia fue cuando en un paraje desierto sus secuestradores detuvieron el vehículo en el que viajaban y atados y con los ojos vendados los obligaron a arrodillarse. “Pensamos que era el final. Nos abrazamos y rezamos el Padre Nuestro. Estábamos despidiéndonos”, recuerda Sánchez. Los españoles habían llegado de vacaciones al país latinoamericano desde Asturias y permanecieron secuestrados durante un mes. Sus captores pedían 500.000 euros de rescate.

Colombia, país golpeado por un conflicto interno de casi cinco décadas que ha dejado un saldo de más de 100.000 muertos y millones de desplazados registró más de 2.000 secuestros al año en la década de 1990. La mayoría de ellos fueron cometidos por la guerrilla en su afán por obtener dinero para financiar sus operaciones. Una ofensiva militar durante la última década redujo el número de casos, lo que volvió a atraer el turismo a este país de playas paradisíacas y ciudades coloniales llenas de historia. Un estudio publicado recientemente por el Centro de la Memoria Histórica en Bogotá advierte que casi 40.000 personas fueron secuestradas entre 1970 y 2010, en la mayoría de los casos para obtener rescate.

La consultoría de seguridad global Control Risks, basada en Londres y con oficinas en 33 países publica cada año un atlas mundial de las regiones en riesgo. La combinación de inestabilidad política, impunidad y pobreza son los detonantes del secuestro a cambio de un rescate en metálico, según la organización que asesora a una amplia gama de clientes que buscan seguridad en sus viajes, en sus inversiones en el extranjero y también en sus empresas en el país de origen. Prácticamente ningún país está exento de riesgos.

Soldados de las FARC.
Soldados de las FARC.Imagen: picture-alliance/dpa

Extorsión empresarial

Alemania no se salva de la extorsión empresarial para los más diversos fines, no necesariamente la obtención de dinero. “Nuestro equipo atiende lo que se llaman proyectos de consultoría clásica, desde crisis empresariales y extorsión a través de la contaminación de productos hasta intermediación en casos de secuestro. Hay una unidad en Londres especializada en esto”, explica Michael Müller, responsable de la Unidad de Crisis y Asesoría de Seguridad de Control Risks Alemania, en conversación con DW.

La empresa ofrece una amplia gama de asesoría a altos ejecutivos, técnicos, ingenieros y hasta periodistas que viajan a regiones en conflicto o de alto riesgo ante secuestros. “Les ofrecemos un panorama general sobre la situación del país en cuestión, incluyendo las condiciones políticas, económicas y de seguridad existentes, los asesoramos sobre cómo evitar la corrupción y hasta la burocracia”, afirma Müller. La empresa, al igual que unas cuantas compañías especializadas en seguridad en Alemania, ofrece cursos de entrenamiento para que sus clientes sepan cómo reaccionar. En casos extremos, cuando empleados de organizaciones no gubernamentales viajan a regiones en conflicto, el entrenamiento lo da el ejército alemán.

Las estimaciones de secuestros varían mucho pues no siempre se denuncian ni se publican las estadísticas. Según la empresa de seguridad británica, Hiscox, el número de secuestros a nivel mundial se multiplicó de 1999 cuando fueron registrados 1.800 casos a 23.000 en el 2006. Según la organización humanitaria holandesa, IKV Pax Christi, la cifra de secuestros a nivel global oscila entre 40.000 y 100.000 casos al año. Latinoamérica, que durante décadas fue la región más propensa a la práctica de este crimen, fue el contexto que dio origen a la fundación de Control Risks en la década de 1970 en Londres.

Mexiko Kampf gegen Kriminalität
Imagen: ALFREDO ESTRELLA/AFP/Getty Images

El secuestro en México

En el caso de México, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong señaló recientemente que el número de secuestros se redujo en un 25% entre diciembre de 2012 y marzo de 2013, con 551 casos durante los primeros cuatro meses del gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo según un reporte sobre el secuestro publicado en mayo pasado por Control Risks bajo pedido de Hiscox, “estas estadísticas no reflejan la dimensión del problema, pues en muchos casos las familias deciden no denunciar porque consideran que la policía no perseguirá a los delincuentes o está coludida con ellos”. Aunque en la mayoría de los casos los afectados son nacionales mexicanos o migrantes centroamericanos, la situación imperante en el país representa un riesgo potencial para empresarios extranjeros interesados en hacer negocios.

“Hay personas que corren realmente peligro y sus empresas se ocupan de darles una capacitación realista, en algunos países el único móvil es económico, ahí la persona es secuestrada en la mañana y si todo transcurre bien, estará en su casa en la noche”, afirma Christian Bengs, que fundó hace siete años una empresa que ofrece asesoría y entrenamiento con sede en Bremen. "Nuestros entrenamientos son muy realistas y se crean posibles escenarios. La gente tiene que hacer frente a obstáculos y situaciones de peligro, se trata de que aprenda a resolverlos", afirma.

En el caso de Venezuela en donde los secuestros exprés están a la orden del día el 95% de los casos quedan impunes. "Durante los 14 años de gobierno de Chávez el incremento en la violencia convirtió al país en uno de los puntos rojos del secuestro a nivel mundial”, según Global Risks. El país ocupó el quinto puesto entre los diez países donde más raptos fueron registrados en 2012, según las estimaciones de la organización.

En Honduras los altos niveles de inseguridad, criminalidad y pobreza endémica y una historia de violencia social han contribuido a hacer del país uno de los más peligrosos de Centroamérica, según Control Risks.

Autora: Eva Usi

Editora: Claudia Herrera Pahl