Alzheimer: la enfermedad que se come los recuerdos
21 de septiembre de 2007Poco a poco, los pacientes van perdiendo la memoria, hasta que llega el día en el que la ciudad en la que han vivido, las palabras que les han servido toda la vida para expresarse, los amigos, los hijos, los nietos, les resultan extraños. La degeneración de las células del cerebro es un proceso lento, de ahí que se haga patente en edades avanzadas, pero la forma de detectarlo a tiempo o los motivos por los que aparece siguen sujetos a especulaciones.
El Alzheimer es una enfermedad que se puede relentizar pero carece de cura y, dado el envejecimiento de nuestras sociedades, se multiplica en número de casos.
Enfermos, pero no locos
“¿Cómo se llama usted?”, “Auguste”. “¿Apellido?”, “Auguste”. “¿Cómo se llama su marido?”, “Creo que… Auguste”. Recién inaugurado el siglo XX, el neurólogo y psicólogo alemán Alois Alzheimer registraba de esta manera el testimonio de su paciente, Auguste Deter, la primera persona en la Historia a la que se le diagnosticó una demencia.
La palabra demencia procede del latín “dementia” y significa, en primer lugar, locura. En 1915 fallecía Alois Alzheimer y su nombre pasó a designar la causa de demencia más común: la enfermedad de Alzheimer. Hoy en día, se calcula que en Alemania más de un millón de personas sufren una demencia: dos tercios de ellas padecen Alzheimer. Y en 2030 serán el doble.
Pero el Alzheimer no es un padecimiento psicológico, sino físico. Es una enfermedad del cerebro. Se cree que la genética juega un papel en su aparición, se sabe que una alimentación sana y el ejercitar la mente sirven a la prevención, se ha comprobado que antes de los 50 años los casos son pocos, se advierte que el proceso no es instantáneo sino progresivo e, incluso, los últimos estudios acercan su “modus operandi” al de los tumores.
Similar al tumor
En julio de este año, un grupo de científicos del Instituto Flechsig de la Universidad de Leipzig, en el este de Alemania, dieron a conocer los resultados de sus trabajos más recientes. En la revista especializada Journal of Neuroscience, los investigadores indicaban que la degeneración de las células cerebrales en los enfermos de Alzheimer seguía un proceso parecido al de las células defectuosas que generan la aparición de cánceres.
En el caso de los tumores, una alteración lleva a la reproducción descontrolada de las células, que es el principio del cáncer. En el caso del Alzheimer, es el ADN contenido en la célula nerviosa lo que se duplica, pese a que ésta ya es adulta y no tendría que poder dividirse, provocando finalmente la muerte de la neurona.
Este descubrimiento es importante a la hora de encontrar respuesta a dos de las preguntas aún no contestadas que hacen del Alzheimer un mal tan temido: cómo detectar a tiempo y qué tratamientos aplicar. Dicen los científicos de Leipzig que la duplicación del ADN puede observarse en el cerebro del paciente antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, y que se podrían desarrollar terapias similares a las que se usan para combatir el cáncer.
Una de las enfermedades más caras
Ir a comprar el pan es para un enfermo de Alzheimer una tarea llena de obstáculos: no olvidar las llaves de casa, recordar el camino de ida y de vuelta, ser capaz de ejercitar una sencilla cuenta matemática y, además, saber que fue a comprar, y lo que quiso comprar. Por las complicaciones que implica y lo alargado de la enfermedad, el Alzheimer se encuentra entre los males más costosos.
Al hacer acto de presencia en la vejez, muchos síntomas son ignorados como “achaques de la edad”. Dicen los expertos que, en Alemania, sólo a uno de cada diez enfermos se le diagnostica el Alzheimer correctamente y que de ellos, sólo uno de cada dos recibe la medicación adecuada.
En este Día Internacional del Alzheimer, tanto Alemania como Francia han anunciado que abrirán centros especializados de investigación, financiados con dinero público. No se trata exclusivamente, dijo la ministra de Investigación germana, Annette Schavan, de verter luz sobre esta enfermedad, sino también de escrutar nuevas vías para que el apoyo del Estado a los enfermos sea más eficiente.
El 70% de los pacientes de Alzheimer está en Alemania a cargo de sus familiares. Para empezar, se prevé que una reforma aumente los 460 euros al año que reciben hoy por hoy las familias con miembros dementes a 2.400 euros anuales.