Autoridades israelíes asumen fallos del 7 de octubre
13 de mayo de 2024El tráfico se detuvo este lunes (13.05.2024) en Israel durante el tradicional silencio de dos minutos por el anual Día del Recuerdo, observado cada 13 de mayo, un día antes del Día de la Independencia, cada 14 de mayo. En un acto de homenaje a los soldados caídos, el jefe del Shin Bet, el servicio de inteligencia interior israelí, Ronen Bar, reconoció su responsabilidad por no "haber prevenido" el ataque del 7 de octubre.
"Sentimos la pérdida", asumió el líder de la inteligencia de Israel en el acto por el Día de los Caídos, celebrado en el Monte Herzl de Jerusalén. Bar declaró que el Shin Bet está llevando a cabo una investigación interna "en profundidad" para esclarecer lo ocurrido el día de la masacre perpetrada por Hamás -organización clasificada como terrorista por la Unión Europea, EE. UU. y otros países-, en la que murieron unas 1.200 personas.
La intervención de Benjamín Netanyahuen el evento se vio interrumpida por la protesta de parte del público, que al comenzar el discurso del jefe del Ejecutivo se levantó y abandonó el lugar, ya que aún no ha asumido públicamente responsabilidades por el ataque. "Conseguiremos los objetivos de guerra, y en el centro de ellos está el retorno de los rehenes", expuso Netanyahu en el acto, "hemos cobrado y cobraremos un alto precio al enemigo por sus actos criminales".
Actos conmemorativos desde ayer
El presidente Isaac Herzog inauguró anoche las conmemoraciones en el Muro Occidental de Jerusalén con el cuello de su camisa rasgado en señal de luto judío. Mientras el discurso del primer ministro enfatizó en la ofensiva militar, el del presidente, Isaac Herzog, estuvo dedicado a acompañar a las familias y los secuestrados. "Nuestra herida no sanará hasta que vuelvan todos los rehenes", afirmó.
Por su parte, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Herzi Halevi aprovechó también la fecha para pedir disculpas: "Asumo la responsabilidad por el fracaso de las Fuerzas de Defensa de Israel a la hora de proteger a nuestros civiles el 7 de octubre", dijo el domingo.
El comentarista Chen Artzi-Sror escribió en el periódico más vendido Yedioth Ahronoth que este año no era un día de recuerdo porque la "presencia constante del dolor y la pérdida" aún no era cosa del pasado.
Crece el descontento hacia Netanyahu
Si bien las encuestas encuentran un amplio apoyo a la guerra entre los israelíes, las opiniones sobre el gobierno no son tan unánimes. Gran parte de la ira pública se ha centrado en el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, un conservador veterano que durante mucho tiempo se promocionó a sí mismo como garante de la seguridad nacional.
El sábado, una manifestación pidió en Tel Aviv a Netanyahu que tome las medidas necesarias para garantizar el retorno de los rehenes. El domingo, otra concentración similar se produjo frente a la residencia de Netanyahu. El ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, también ha sido blanco de críticias. En el acto de hoy en el cementerio militar de Ashdod sufrió momentos de tensión cuando un grupo de asistentes le abucheó al grito de "Fuera de aquí, criminal".
Un Día de los Caídos en plena guerra
El Día de los Caídos es una fecha solemne en el país en el que miles de personas acuden a los cementerios militares para recordar a los soldados muertos, 620 desde el 7 de octubre, lo que hace de la jornada de este año una de especial importancia para la población. En el último año han muerto en Israel 1.600 soldados y civiles por "actos terroristas", la mayoría de ellos en el ataque de Hamás el 7 de octubre.
Mientras Israel conmemora a sus militares caídos, sus fuerzas armadas mantienen la ofensiva contra Hamás en el sur de la Franja de Gaza, principalmente en Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto donde se hacinaban 1,4 millones de palestinos. Ayer, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, volvió a pedir un alto el fuego "inmediato" y a clamar contra una posible operación israelí a gran escala en Rafah.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró, en una entrevista con la cadena estadounidense NBC, que una ofensiva en esta urbe superpoblada corre el riesgo de crear "caos", "anarquía" y "enormes daños" para la población civil, "sin resolver el problema" de Hamás". "Hemos visto a Hamás regresar a las áreas que Israel liberó en el norte, incluso a Jan Yunis", una ciudad en ruinas cerca de Rafah, aseguró.
La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza desde el 7 de octubre ha causado la muerte de 35.034 palestinos, la mayoría niños y mujeres, y dejó heridos a otros 78.755, además de 10.000 desaparecidos que se estiman atrapados bajo los escombros, según datos del ministerio de Sanidad de Gaza, gestionado por Hamás, que organizaciones internacionales como la ONU dan por plausibles.
rml/lgc (efe, reuters, afp)