Los precios de alimentos como las leches de fórmula o la carne de res son demasiado altos para muchas familias en El Salvador, donde la pobreza afecta especialmente a la población infantil menor de cinco años, con problemas como bajo peso, baja estatura para su edad y la presencia de enfermedades como la anemia, lo que podría impedir que lleguen a alcanzar el máximo de su potencial.