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Alemán demanda a la CIA por secuestro y tortura

DW - Agencias6 de diciembre de 2005

La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos dijo que está presentando una demanda en nombre de un ciudadano alemán, quien dice que fue erróneamente encarcelado por el gobierno estadounidense.

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Khaled el Masri, el alemán raptado por la CIA y reclama justicia.Imagen: AP


Este significa un desafío legal contra una de las más controvertidas tácticas de la CIA. El grupo indicó que presentó la demanda, acusando al ex director de la CIA, George Tenet, en representación de Khaled el-Masri, quien asegura que en el 2003 fue víctima inocente de una acción conocida como rendición extraordinaria, mediante la cual los sospechosos de terrorismo son capturados y trasladados para ser interrogados en otros países.

"Detenidos suelen ser torturados"

Defensores de los derechos humanos dicen que los detenidos suelen ser torturados en países de Oriente Medio y otras regiones. En el caso se acusa a Tenet y otros funcionarios de la CIA de violar leyes estadounidenses y universales relativas a los derechos humanos y autorizar a agentes a secuestrar a Masri.

"Su ilícito rapto y tratamiento fueron el resultado directo de una política ilegal de la CIA", dijo la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos. Masri agregó, en un comunicado firmado por Unión: "Estoy solicitando al gobierno estadounidense que admita sus errores y se disculpe por el trato que recibí".

Apresado, anestesiado en Europa y transportado a Afganistán

La demanda se presentó mientras la secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice visita Alemania en medio del escándalo que generó un reporte del periódico Washington Post que indicó el mes pasado que la agencia opera prisiones secretas en Europa del este.

En la denuncia se acusa también a tres corporaciones, que son propietarias y operaron el avión utilizado para trasladar a Masri hacia Afganistán, por ser legalmente responsables de colaborar en la violación de los derechos civiles y humanos del alemán. Según la Unión, se trata del primer desafío legal que enfrenta el programa de rendición de la CIA.