Alemania y las dictaduras del Cono Sur
16 de noviembre de 2011Pregunta: Las relaciones entre Alemania y Sudamérica tienen una historia de casi dos siglos y han pasado tanto por momentos estelares como por otros más bien oscuros. ¿Cómo se posicionaron los dos estados alemanes, la RFA y la RDA, frente a los golpes de estado que se sucedieron entre 1954 y 1976?
Esteban Cuya: En relación a la dictadura militar que se apoderó del poder en Argentina a partir de marzo de 1976, la relación de la RFA con ella fue de una simpatía explícita, se le consideró un aliado en la defensa de la sociedad occidental y cristiana, capitalista, frente a la amenaza de la Unión Soviética, comunista.
Paradójicamente, la RDA no se diferenció de la RFA en su relación con la dictadura militar Argentina. Aquí predominó la lógica de los juegos de poder en un mundo bi-polar. Ya que el Presidente de EE.UU. de Norteamérica Jimmy Carter había decretado en 1977 un embargo de armas contra la dictadura Argentina, a la que criticó duramente, Argentina encontró apoyo en la Unión Soviética, que no dudó en alinearse a su lado. Era la lógica de: “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. La Unión Soviética trató muchas veces de impedir sanciones de la ONU a Argentina por su violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Entre las 30 mil víctimas de la Guerra Sucia en Argentina también se encuentra un centenar de ciudadanos alemanes y de origen alemán. Tanto EEUU como otros países europeos ejercieron una masiva presión diplomática para salvar a muchos de sus ciudadanos que fueron víctimas de la represión en Argentina. ¿Cuál fue la reacción de la RFA bajo el gobierno de coalición de socialdemócratas y liberales en ese momento?
Se conoce casos de ciudadanos italianos, irlandeses y británicos que fueron rescatados de las prisiones de los militares argentinos entre 1976 y 1983, gracias a rápidas y enérgicas intervenciones de sus gobiernos.
Lamentablemente las autoridades de la RFA no asumieron una posición clara de defensa de sus conciudadanos frente a las arbitrariedades y violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura militar argentina.
Es lamentable que el embajador alemán Hansjörg Kastl, después de los miles de casos de desapariciones en Argentina difundidos por Amnistía Internacional, siguiera proclamando en 1977 que para él era 'un placer' representar a Alemania en ese país. Kastl jugaba tenis en la residencia del embajador alemán en Buenos Aires con el almirante Emilio Massera, un miembro de la junta de gobierno, quien semanas antes del golpe de estado del 24 de marzo de 1976 le había confiado a Kastl la determinación que habían tomado las fuerzas armadas de interrumpir el proceso democrático y tomar el poder por la fuerza.
¿Qué intereses económicos tenía Alemania en Argentina en los años 70?
En Buenos Aires había una simpatía explícita de los diplomáticos alemanes por la dictadura militar argentina, y en Bonn también. Eran los años de la Guerra Fría y Argentina formaba parte del bloque de países que impulsaba un modelo económico neoliberal, que interesaba tanto a Alemania Federal. Si se revisa las informaciones de ventas de armas por parte de empresas alemanas a Argentina entre 1976 y 1983, y se la compara con años anteriores, podrá verse un crecimiento muy grande en este rubro. Thyssen le vendió submarinos a la dictadura Argentina, mientras que la KWU de Siemens construyó las centrales atomicas de Atucha I y Atucha II en la provincia de Buenos Aires.
Empresas como Mercedes Benz le vendieron camiones portatropas a los militares argentinos, mientras que otras firmas alemanas se beneficiaron de la fiebre modernizante de la dictadura, a raiz del mundial de fútbol de 1978, y se llevaron parte de la torta que ésta repartió. Bien lo dijo el profesor Ernst Käsemann, “al gobierno alemán le interesa más vender autos Bercedes Benz antes que salvar vidas humanas.” (Nota de la redacción: La hija de Käsemann, la socióloga alemana Elisabeth Käsemann fue secuestrada, torturada y desaparecida por el régimen argentino en 1977.)
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También con Chile existían relaciones comerciales: en los años setenta se realizaron varios negocios de armamento. El político socialcristiano Franz Joseph Strauss de Bavaria, en un viaje a Chile en 1974, elogió públicamente la política económica del régimen de Augusto Pinochet y visitó el enclave alemán Colonia Dignidad, que sirvió de centro de torturas a la policía secreta. ¿Cual fue la posición oficial de al RFA frente a la dictadura en Chile?
La posición no variaba respecto a la posición frente a la dictadura militar argentina. También en Chile el discurso era que Pinochet había tomado el poder para impedir que el comunismo se extienda por toda América del Sur y de esa forma los países capitalistas occidentales perdiesen a sus aliados. Había una simpatía abierta con la dictadura de Pinochet, pues se consideraba que podría ser peligroso permitir avanzar el modelo aplicado en Chile por Salvador Allende.
Hay documentación, por ejemplo, de jóvenes colonos que se fugaron de la Colonia Dignidad, y que buscaron apoyo en la embajada de Alemania en Santiago de Chile. En vez de prestarle la ayuda necesaria, los diplomáticos alemanes los devolvían a la Colonia Dignidad, donde naturalmente les esperaba más torturas de las que ya habían sufrido. Y hablo de casos de jóvenes alemanes que se hallaban como colonos en dicho recinto conocido como Colonia Dignidad.
Hay que aclarar que la política de la RDA frente a la dictadura militar argentina no era diferente de la adoptada por la RFA. En este caso, los políticos de la RDA seguían los dictados de la Unión Soviética.
Al declararse EEUU en conflicto con Argentina y quitarle todo apoyo a la dictadura militar, la Unión Soviética bloqueaba cualquier condena de la dictadura militar argentina dentro de las Naciones Unidas. La RDA siguió esa línea impuesta por Moscú, de no condenar a la dictadura militar argentina poor sus crímenes de derechos humanos. Arbgentina vendía trigo a la Unión Soviética. La posición de la RDA por lo tanto no difería mucho de la posición de simpatía explícita de parte de la RFA.
Al mismo tiempo, ambos estados alemanes recibieron a miles de exiliados políticos. ¿En qué medida la presencia de los exiliados sudamericanos, sus actividades políticas y sus reivindicaciones fueron percibidos por la opinión pública en Alemania e influyeron sobre ella?
Alemania Federal aceptó recibir exiliados chilenos y argentinos, tras exhaustivas y muy lentas investigaciones acerca de la peligrosidad de los solicitantes de asilo. Las embajadas de otros países como Italia, Inglaterra, España, eran más expeditivos, aceleraban las decisiones para ahorrarle un día más de tortura e incertidumbre a los presos políticos que podían cambiar la prisión por el exilio.
La RDA fue en este aspecto más pragmática y solidaria para aceptar como asilados politicos a perseguidos de Chile, de orientación socialista y comunista. Pero allí los exiliados chilenos tenían menos libertad de movimiento que en la RFA.
Fueron los mejores embajadores de sus pueblos para transmitir su dolor, su sufrimiento y sus esperanzas de solidaridad internacional. No era fácil, tanto en uno como en otro lado de Alemania, para los exiliados latinoamericanos adaptarse a la vida en el país. Especialmente la Iglesia evangélica en la RFA concedía becas para ayudar a cientos de exiliados políticos latinoamericanos con lo cual pudieron estudiar y financiar una parte de su vida. Pero la libertad de movimiento estaba muy restringida.
Argentina, Chile, Brasil y Paraguay son países que sirvieron de refugio de ex-nazis que huyeron de Alemania después del fin de la II Guerra Mundial. ¿Se puede establecer alguna relación entre estas circunstancias y el hecho de que Alemania callara frente a muchos atropellos de DDHH durante las dictaduras en el Cono Sur?
Hay una relación muy efectiva en ese sentido. El hecho de que muchos conocidos nazis se establecieran en Sudamérica determinó justamente que las investigaciones que se impulsaban en uno o en otro país no prosperaran. Es el caso de Adolf Eichmann, de Klaus Barbie y de Josef Mengele, por citar sólo a los más conocidos.
Eichmanan trabajaba para una empresa dependiente de Mercedes Benz en Argentina. Barbie tenía puertas abiertas ante los presidentes de Argentina, Paraguay y Brasil. Me refiero a los años cincuenta hasta los ochenta. Hay pruebas de que conocidos nazis tenían presencia muy activa en Bolivia, en Paraguay y en Brasil. Estos altos representantes nazis en algunos casos representaban los intereses de empresas alemanas y gracias a sus contactos a alto nivel en los gobiernos podían conseguir contratos para empresas alemanas.
En 1978, durante el mundial de fútbol en Argentina, Hans-Ulrich Rudel, un aviador nazi condecorado por Hitler, trabajaba como asesor del presidente de Argentina y también para el ministerio de aeronáutica de Argentina. Y cuando llegó la selección de Alemania a Argentina, podía utilizar el campo de esparcimiento de la fuerza aérea de Argentina, donde se alojaron. Hoy se sabe de los llamados “vuelos de la muerte”, en los que naves de las fuerzas aéreas y de las fuerzas navales de Argentina eran utilizadas para llevar a miles de inocentes, a presos acusados de violencia y personas “desaparecidas” para ser arrojados al Río de la Plata o al mar. La selección nacional de fútbol de Alemania fue claramente utlizada por personas cercanas al régimen militar para lavar la imagen.
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¿A partir de qué momento se puede hablar de una cambio en la actidud de Alemania frente a las dictaduras, de una condena abierta de violaciones de los DDHH?
Es difícil encontrar una posición clara de condena durante los años setenta y ochenta de la República Federal frente a la dictadura argentina. En una serie de decisiones dentro de las Naciones Unidas, Alemania se abstuvo por su simpatía con la dictadura. Pero cuando se produce la guerra de las Malvinas en 1982, la decisión ya no era aislada por países, sino que por acuerdos tomados a nivel de la Unión Europa. Entonces los países de la UE votaban en bloque, y por lo tanto si Inglaterra estaba siendo agredida por Argentina, el resto de los países europeos ternía que apoyar a Inglaterra. Esto determinó que también la RFA se pusiera del lado de Inglaterra y rechazara la dictadura militar argentina.
Pero una crítica abierta, un claro distanciamiento de la dictadura argentina sólo se produjo más tarde, con el ascenso del Partido Verde y de su líder Joschka Fischer al gobierno en 1998. Hasta esa fecha, militares argentinos seguían recibiendo formación e instrucción en Alemania. Se seguía vendiendo armas a Argentina. Pero recién con los Verdes se tomaron en serio los reclamos de las madres de los desaparecidos de origen alemán en Argentina y se comenzó a revisar esa política. No solamente por la presencia de los Verdes en el gobierno, pero también por una serie de cláusulas que involucran a los países europeos y que establecen que la ayuda al desarollo o la concesión de créditos no se pueden dar sin evaluar la situación de los derechos humanos en el país beneficiario. Fueron por lo tanto diversos factores que determinaron una crítica más abierta a la política negativa de derechos humanos de parte de la dictadura militar argentina.
¿Qué papel ha desempeñado el Centro de Derechos Humanos de Núremberg en este contexto?
A partir de 1989 desarrollamos una labor de sensiblización de la opinión pública y un trabajo de investigación para revelar los mecanismos de impunidad que estaban rigiendo en América Latina. Se elaboró un estudio acerca de la Operación Cóndor que fue difundió en América Latina y ayudó para los procesos contra el general Pinochet en Chile, contra el general Videla y otros miembros de la dictadura en Argentina así como también en Paraguay.
En 1998 se creó la ‘Coalición contra la Impunidad en Argentina', con el apoyo de 15 organismos humanitarios y de derechos humanos de Alemania, que impulsa procesos contra la dictadura argentina y chilena y logra con mucho éxito su trabajo. Logra que la justicia alemana emitiera por un lado ordenes de captura internacional y posteriormente también pedidos de extradición del general Videla, el general Mason y el almirante Massera.
Esta decisión de la justicia alemana ha alentado la lucha contra al impunidad en Argentina y ha determinado el fin de la impnidad para los crímenes cometidos entre 1976 y 1983 de tal manera que ahora no solamente los responsables de robos de niños o los culpables de ciertos delitos pueden ser enjuiciados en Argentina. A partir del año 2005, con la anulación de las leyes de impunidad, gracias entre otros a la presión de Alemania, ahora todos los familiares de las víctimas pueden presentar sus denuncias. Actualmente hay más de 800 militares argentinos presos por delitos de derechos humanos. La lucha de las madres de los desaparecidos, la lucha de los hijos de los desaparecidos, las abuelas de la Plaza de Mayo entre otros, juntamente con los organismos de apoyo en Europa, ha logrado ponder fin a la impunidad y por eso hoy en día sí es posible investigar estos crímenes. La Coalición contra la Impunidad ha jugado un rol muy importante.
¿Cuáles son las tareas aún pendientes?
Me alegra que el gobierno de Brasil haya dictado un ley para crear una comisión de la verdad y completar esa deuda que se tenía que pagar a los familiares de las víctimas de la dictadura brasileña. Brasil está dando un paso muy acertado de superar su pasado críticamente con esta comisión de la verdad y es mi mayor deseo que tenga mucho éxito en términos de lograr verdad y justicia, de concluir unas reformas institucionales y lograr que se garantize a las víctimas que no se van a repetir esos delitos de derechos humanos.
Autora: Mirjam Gehrke