Alemania y China: ¿a la puerta de una reconciliación definitiva?
16 de julio de 2010La tercera es la vencida. Al menos así sucedió para el consorcio Daimler, que durante una década buscó la manera de participar en el mercado chino de vehículos pesados. El primer intento fracasó en 2002. Al año siguiente se acordó una sinergia entre el fabricante alemán y su similar chino Beiqi Foton; sin embargo, el convenio fue rechazado de manera retroactiva en 2006 por las autoridades chinas.
Los alemanes no se dieron por vencidos, y en 2008 firmaron un nuevo documento para formar una empresa conjunta con Beiqi Foton. El acuerdo ya cuenta con el sello oficial y se espera que en unos meses Daimler reciba la anhelada licencia que le permitiría producir y vender vehículos de carga en China.
El presidente de Daimler, Dieter Zetsche, habló de un “parteaguas” para el consorcio germano. Éste podrá aumentar su presencia tanto en China como en otros mercados que registran crecimiento, apuntó el directivo empresarial.
Hasta ahora, Daimler participa en el montaje de autos del fabricante chino BAIC y en la producción de automotores Fujian. Con el crecimiento industrial de China, el sector de vehículos pesados es clave y abre posibilidades de expansión que ahora Daimler pretende aprovechar.
Ocasión propicia
Todas estas noticias se ventilan en el marco del viaje que realiza la canciller alemana, Angela Merkel, a tierras chinas. Luego de reunirse este viernes con el primer ministro Wen Jiabao, Merkel llamó a que China abra más sus mercados a los productos alemanes.
De acuerdo con la Oficina Federal de Estadística de Alemania, el intercambio comercial entre ambos países alcanzó un volumen de 92.000 millones de euros en 2009. Sin embargo, el balance favorece claramente a China, que exporta a Alemania productos por 55.400 millones de euros e importa bienes alemanes por un valor de tan sólo 36.500 millones de euros.
Merkel también dijo que desea llevar las relaciones chino-alemanas a un nivel completamente nuevo. “Alemania y China países han alcanzado una froma de asociación que nosotros podemos manifestar abiertamente nuestro punto de vista sobre asuntos críticos”, agregó. Entre éstos se encuentran las condiciones para la inversión extranjera en China, las cuales, según Merkel, deben mejorar.
Lo mismo sucede con la protección a la propiedad intelectual. Ambos factores impiden que Alemania promueva el reconocimiento de China como una economía de mercado ante la Unión Europea, señaló la jefa del Gobierno germano.
¿Reconciliación definitiva?
Con todo y lo anterior, el viaje de Merkel a China parece haber dejado atrás el enfriamiento de las relaciones chino-germanas, luego de que hace tres años la canciller Angela Merkel recibiera al Dalai Lama en Berlín. El episodio fue calificado por Pekín como “una gran intervención en los asuntos internos de China” y fue seguido por una serie de episodios que marcaron distancia entre ambos países.
En cambio, Merkel y Jiabao aprovecharon el viaje de la canciller para presentarse como un poderoso equipo conformado por los dos principales países exportadores del mundo. Conjuntamente, Alemania y China rechazaron ser un factor de inestabilidad en la economía mundial debido a sus voluminosas exportaciones.
“Sólo se puede vender productos si son competitivos. Y Alemania está orgullosa de su capacidad competitiva”, dijo Merkel. Wen, por su parte, terció: “No se debe culpar a Alemania ni a China; en cambio, se les debe apreciar.”
El primer ministro chino no se olvidó de alabar al equipo alemán que participó en el pasado Mundial de Sudáfrica. Alemania presentó “con conjunto muy joven e impetuoso” que dejó a los chinos gratamente impresionados, dijo el alto funcionario del Gobierno chino.
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Editor: José Ospina Valencia