Alemania y Brasil se reúnen en foro económico binacional
28 de agosto de 2009En el ranking de los socios económicos más importantes de Alemania, Brasil no aparece en los primeros lugares. Sin embargo, el comercio con el país más grande de Suramérica crece notablemente: entre 1998 y 2008 el volumen de transacciones comerciales entre ambas naciones ha aumentado de 8,4 mil millones de euros a 18 mil millones. Un buen argumento para creer que el Encuentro Económico Brasil-Alemania 2009 arrancará con buen pie este 30 de agosto en la localidad brasileña de Victoria, capital del estado de Espíritu Santo.
Brasil se ha convertido en el octavo socio comercial de Alemania fuera de la Unión Europea y en el más relevante a escala latinoamericana, superando con creces a México. “En los últimos 5 años ambas partes vieron crecer sus exportaciones e importaciones significativamente”, dice Ingo Plöger, de la Cámara Alemana-Brasileña de Comercio Exterior en Sao Paulo. “No obstante, durante el primer semestre de 2009 las mismas sufrieron un descenso de un 20 ó un 25% debido a la crisis financiera global”.
Mercado con futuro
Aún cuando Brasil todavía no tiene la importancia económica que tienen países como Rusia o China para Alemania, el país suramericano es visto como un mercado con futuro; eso asegura Peter Rösler de la Lateinamerika Verein, la asociación de empresarios alemanes con intereses en América Latina. “También nosotros nos hemos dado cuenta de que Brasil deja de ser un país emergente para convertirse en un verdadero país industrializado”, sostiene Rösler. Mientras Brasil más avance en esa dirección, con mayor intensidad crecerá el intercambio de mercancías entre ese país y Alemania.
Desde la perspectiva brasileña, Alemania ya sobresale como uno de los socios comerciales más importantes. Según datos ofrecidos por el Ministerio de Comercio de Brasil, Alemania fue en 2008 el quinto receptor de sus exportaciones y el cuarto proveedor de productos importados por el país latinoamericano. Los alemanes compran en Brasil sobre todo mineral de hierro, café y soya, mientras que los brasileños importan del país europeo maquinaria, productos químicos y electrotécnicos. La importación de mercancía de Alemania aumentó en casi un 39 por ciento y alcanzó los 12 mil millones de dólares.
Mercados liberales favorecen el crecimiento
Peter Rösler ve espacio suficiente en Brasil para la apertura de nuevos mercados para productos alemanes del ámbito de la energía renovable y la tecnología con perfil ecológico. También en el mercado alemán hay oportunidades que aún no han sido aprovechadas para posicionar productos brasileños. “En el futuro seguramente será posible enviar productos industriales brasileños a Alemania. Aprovecho la ocasión para recordar que, hace poco tiempo, Lufthansa compró su primer avión a la Empresa Brasileira de Aeronáutica [Embraer, por sus siglas en portugués]. Y ese es sólo un ejemplo. También hay muchas otras posibilidades, como en el campo de la agricultura”.
Sin embargo, un crecimiento de las exportaciones agrarias de Brasil hacia Europa, en general, y Alemania, en particular, depende enormemente de la liberalización de los mercados entre la Unión Europea y el Mercosur, el mercado común suramericano. Ambas partes negocian desde hace años sin llegar a un acuerdo. En julio, diplomáticos españoles y brasileños anunciaron que las conversaciones serían retomadas en 2009. España asume en 2010 la presidencia de la Unión Europea y ya ha demostrado interés en que el tema vuelva a ser incluido en la agenda continental.
Los chinos llevan la ventaja
Mientras los europeos se dan el lujo de sopesar la posibilidad de volver a negociar con Brasil y el Mercosur en materia de libre comercio, los productos chinos ya han penetrado el mercado latinoamericano. Para Brasil, China es hoy su socio comercial más importante después de los Estados Unidos; los chinos superaron incluso a los argentinos, pese a la ventaja que tienen los últimos como vecinos de Brasil en el continente. Según Peter Rösler, Alemania debería ver a China como un competidor a largo plazo en el mercado brasileño.
“Nosotros no percibimos esta competencia con mucha intensidad todavía, porque los productos alemanes siguen teniendo un estándar de calidad muy alto. De China llegan sobre todo productos del campo de los textiles y los juguetes, es decir, de ámbitos en donde quienes compiten son más bien los productores chinos y los brasileños”, explica Rösler. Pero la tendencia está ahí, añade el representante de la Lateinamerika Verein, y los alemanes deberían tomar en serio a los chinos como competidores comerciales.
Autor: Alexander Schössler
Editor: José Ospina Valencia