Alemania vs Argentina: la clave es la defensa
28 de junio de 2010El próximo 3 de julio, exactamente cuatro meses después de su último duelo, un amistoso jugado en Múnich, Argentina y Alemania se volverán a ver las caras, esta vez en serio y ratificando el pronóstico que en el estadio Allianz Arena del Bayern Diego Maradona entregó a la prensa luego del triunfo 1-0 obtenido por su equipo: “el de hoy fue un partido de cuartos de final del Mundial; los alemanes tienen un gran equipo pero nosotros demostramos ser mejores”.
Adelante sólido, atrás tembloroso
Aún está por verse si la acertada afirmación de Maradona en esa fría noche alemana el pasado 3 de marzo tiene también validez para la tarde del 3 de julio en Ciudad del Cabo; lo que sí es evidente es que a la cancha saltarán a disputarse su paso a las semifinales del Mundial 2010 las dos mejores selecciones que se han visto en Sudáfrica, que no por ser superiores al resto de competidores dejan de acusar debilidades que otros rivales inteligentes –así cuenten con menos talento- sabrán explotar llegado el caso.
Los serbios, en la fase de grupos, ya vencieron a Alemania (1-0) sin necesidad de arrollarla; a ellos les bastó desnudar las principales falencias del equipo germano y consecuentemente aprovechar los problemas que el subcampeón europeo tienen en su zona defensiva. Es el talón de Aquiles de un conjunto que luce muy fuerte cuando posee el balón pero tiembla cada vez que se le ataca con propiedad, algo que se puede dar por descontando hará también Argentina con delanteros de la potencia de Gonzalo Higuaín y Carlos Tévez, ambos llevados de la mano del mejor jugador de fútbol del mundo, Lionel Messi, otro valor ofensivo cuyo recorrido tiene mayor profundidad, lo cual dificulta la ya titánica labor de controlarlo.
En la zona de centrales Alemania lleva ya 4 partidos (todo el Mundial) con un jugador y –dependiendo del rival- un cuarto, o un medio; el defensor completo es Arne Friedrich, quien cumple hasta ahora un gran torneo en una posición que no es la suya (usualmente es lateral) y constantemente tiene que duplicar o triplicar su trabajo para acudir a la ayuda del jugador fragmento, Per Mertesacker, quien está lejos de presentarse en un nivel aceptable pero cuya titularidad no está en riesgo pues el puesto suyo es uno de esos que en el deporte del balompié tienen una garantía ya que da poco espacio para experimentar modificaciones de la noche a la mañana.
El partido contra Serbia condenó a la banca al lateral izquierdo Holger Badstuber, a quien remplazó con más suerte pero iguales resultados Jeromé Boateng; ese flanco alemán es un boquete que no se cierra pese a los esfuerzos de taparlo del volante de contención Sami Khedira, quien apura a defender pero no siempre está allí donde se le necesita. Pero así como Alemania flaquea atrás, igualmente tiene una enorme cantidad de recursos adelante con los que puede poner contra la pared a quien enfrente: Mesut Özil, Thomas Müller, Lukas Podoslki y el reanimado Miroslav Klose tienen gol y marean con su toque al enemigo.
Argentina, la misma historia
Curiosamente Argentina acusa los mismos problemas y virtudes de Alemania: cuando ataca está en capacidad de dominar a su antojo un partido; cuando obligado por el contrario, o quedado físicamente, opta por una actitud más pasiva, sus flaquezas defensivas salen a relucir, unas flaquezas que parecen calcadas de las alemanas y cuyo principal representante es Martín Demichelis.
El defensor central del Bayern Múnich ha evidenciado ser el eslabón menos estable en la cadena posterior argentina; contra Corea del Sur un error suyo de concentración terminó en el primer gol en contra de Argentina, que en el Mundial sólo ha encajado dos, y en el segundo, anotado por el mexicano Javier Hernández en octavos de final, el funesto protagonista volvió a ser Demichelis, quien lució completamente desorientado y con una sencilla finta fue dejado fuera de juego. Maradona seguramente no prescindirá de él en el partido contra Alemania, especialmente porque su experiencia en la Bundesliga le da una ventaja al conocer a todos los atacantes que enfrentará. Pero, por otra parte, esos atacantes también lo conocen a él, lo cual podría ser una desventaja para los argentinos.
En octavos de final, sin tener la suerte de su lado, México mostró que es posible dominar a Argentina, desconectar completamente del partido a Lionel Messi sin necesidad de sacrificar a un hombre que se dedique a perseguirle, sacudir a la defensa gaucha con recursos que Alemania tiene en su repertorio: toque, combinaciones rápidas, paredes, pases profundos al área y tiros de larga distancia que frecuentemente pusieron de manifiesto la inseguridad del arquero Sergio Romero.
El público se puede preparar para un gran partido de cuartos de final, no sólo por el renombre de los contrincantes y la historia que les acompaña, tampoco únicamente por que es una nueva versión de un clásico intercontinental, sino principalmente porque cuando las defensas son débiles y las delanteras fuertes (lo que aplica tanto para Alemania como para Argentina) las opciones de gol, y los goles, llegan en abundancia.
Autor: Daniel Martínez
Editora: Emilia Rojas