Alemania sufre, Alemania festeja
14 de junio de 2006
El encuentro contra Polonia, un encuentro con historia, mantuvo ocupada a toda la nación desde que la selección venciera el pasado 9 de junio 4 a 2 a Costa Rica en el partido inaugural.
Por doquier banderas, jamás en ningún Mundial se habían visto tantas como en éste y como en el día de hoy. Alemania porta sus colores con orgullo, emoción y esperanza y con la victoria de 1 a 0 frente a Polonia crece la ilusión en suelo germano, pues la selección alemana se ha catapultado desde ya a los octavos de final.
90 minutos de tensión y drama
Después de un glorioso 4 a 0 de España frente a Ucrania en Leipzig y un no menos emocionante partido entre Túnez y Arabia Saudita que finalizó en Múnich con un empate justo de 2 a 2, Alemania entera se concentró física o virtualmente en el Westfalenstadium de Dortmund.
A las 21:00 hora local las calles estaban vacías y Alemania paralizada. Durante 90 minutos el único movimiento en el país se registró en el Westfalenstadium. 90 minutos llenos de tensión en los que la selección alemana y la selección polaca pelearon el balón como si lucharan por sus vidas.
Un gol con sabor de extranjero
El primer tiempo terminó con un 0 a 0 pero como suele pasar con los alemanes lo mejor vino hacia el final. Aunque los polacos lo dieron todo, a partir del minuto 80 se acumularon los ataques germanos. Fueron tantos y tan intensos que tenían que culminar en gol. Este llegó a pocos segundos de que finalizara la contienda con un pase por parte de David Odonkor y un remate de Oliver Neuville.
Fiesta en toda la nación
Con el gol de Neuville comenzó la fiesta. Una explosión de alegría en el estadio que se extendió en segundos a todo el país. Desde Berlín hasta Colonia, desde Hamburgo hasta Múnich, Alemania entera festejó el pase a los octavos de final.
La fiesta durará horas, por suerte el 15 de junio es feriado en muchos de los estados federados alemanes.
La jornada resultó perfecta, por lo menos desde el punto de vista alemán. Después de los futbolistas le toca ahora su turno a los policías que tendrán que vigilar que no se registren enfrentamientos entre hinchas rivales.
Ya antes del partido algunas decenas de holligans, tanto alemanes como polacos, amenazaban con enturbiar los festejos. La policía de Dortmund arrestó a un total de 120 hinchas alemanes y 60 polacos para evitar incidentes antes de que empezara el encuentro.
Al detener a los hooligans alemanes, éstos protagonizaron un primer acto violento, lanzaron botellas y sillas. Sin embargo, no se registraron heridos de gravedad.