Alemania reacciona al segundo paquete económico
13 de enero de 2009En la presentación oficial del segundo paquete económico, la canciller alemana, Angela Merkel, recalcó la firme voluntad del Gobierno alemán de combatir la crisis financiera. Con el “mayor paquete de medidas en la historia de la República Federal de Alemania”, con un volumen de 50 mil millones de euros en el lapso de dos años, según la canciller Merkel, Berlín pretende no sólo paliar la crisis sino salir reforzada de ella.
Después de mucho pensar
Haciendo alusión a los paquetes económicos decididos o prometidos antes por otros gobiernos, Angela Merkel subrayó que Alemania ha hecho muy bien en no haberse dado prisa en anunciar medidas contradictorias. ¿Se refería a los 26 mil millones con opción a aumento anunciados por Francia, el mayor socio comercial de Alemania, a los 80 mil millones del gobierno de Berlusconi, a los 587 mil del prometidos por el futuro presidente estadounidense? La canciller no entró en detalles, pero subrayó que Alemania ha analizado a profundidad la situación y ha decidido actuar en el momento correcto. El paquete está orientado, así la canciller, a fortalecer el crecimiento y el empleo en el país.
Sólo propinas
Las primeras voces críticas en los medios alemanes no le han cantado loas. Que la coalición se haya negado a aumentar los impuestos al sector mejor remunerado, obviamente, no cae demasiado bien en una clase media trabajadora para la cual sólo se prevé una reducción de un punto en los impuestos.
Que una familia promedio con dos niños pueda contar con 200 euros más al año es calificado de dádiva o, como lo expresó el líder liberal Guido Westerwelle, de “propina”. Tampoco ha causado olas de entusiasmo el anuncio de una subvención de 2500 euros para quien decida sacar de circulación su automóvil viejo –mayor de nueve años- y adquirir uno nuevo. ¿A quién favorecen estas medidas?, es básicamente la pregunta que se plantea. La industria automotriz alemana tendría una respuesta.
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La prensa opina
“El gobierno de Angela Merkel ha reaccionado al fin”, opina el editorial del Financial Times, que ve en este paquete una reacción a la crítica de la que ha sido objeto el gobierno de Berlín por no haber actuado antes. “Alemania vela por sus intereses y, siendo un país exportador, confía en las medidas que tomen los otros. Sin embargo, Alemania tiene que fomentar más el consumo”, opina el rotativo de Londres.
Análisis experto
En entrevista concedida a la emisora Deutschlandfunk, el director del Instituto de la Economía Alemana, Michael Hüthner, lo calificó de insuficiente. Si bien, básicamente, aplaude la reducción de impuestos y la inversión pública como medidas que tienen efecto en la economía, un bono de 100 euros por cada niño no es más que “dinero quemado”.
El inmenso peso en el presupuesto federal que representan los 50 mil millones del paquete, Hüthner lo ve justificado en tanto y en cuanto evita un colapso coyuntural. Por el contrario, diversos analistas en los medios alemanes ponen el grito al cielo por lo que esta carga representaría para las siguientes generaciones.
La voz de los sindicatos
El presidente de la Asociación de Sindicatos, Michael Sommer, lo calificó, a pesar de varios detalles que revelan su ineficacia, de un paso en la dirección correcta. “No hay que olvidar”, anotó Sommer, “que una crisis financiera como ésta no la hemos tenido en la posguerra y carecemos de toda medida de comparación”. Sin embargo, puntualizó el líder sindical, un programa coyuntural bien concebido tiene que refinanciarse total o parcialmente. “De no ser así”, vaticina Sommer, “lograría sólo agudizar la crisis”. Por su parte, el amarillista y popular diario Bild asevera que al paquete de medidas para paliar la crisis bastante le falta un perfil claro y resume lacónicamente: “¡Ahora sólo nos queda rezar!”