Alemania pospone eliminación de centrales de energía nuclear por 30 años
6 de septiembre de 2010La iniciativa, que deberá ser sometida a votación en el Parlamento, permite a las cuatro grandes empresas energéticas continuar operando los reactores a cambio del pago de impuestos millonarios que contribuyan a consolidar los presupuestos públicos y a desarrollar las energías de recursos renovables. Tras un tira y afloja de meses, los democristianos (CDU) de Merkel y sus socios del Partido Liberal (FDP) convinieron una solución escalonada para ampliar el funcionamiento de las centrales de acuerdo a su antigüedad y a las condiciones de seguridad.
El compromiso negociado este 5 de septiembre en la Cancillería tras doce horas de debates, establece que las centrales nucleares más recientes -construidas a partir de 1980- permanezcan en funciones 14 años más de lo previsto hasta ahora. Las centrales más antiguas, en tanto, seguirán funcionando ocho años más de lo planeado. Esto quiere decir que las últimas centrales seguirán hasta 2040.
El anuncio fue hecho por el ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen (CDU), y el ministro de Economía, Rainer Brüderle (FDP). Röttgen habló de un "aporte sustancial" para las energías renovables, mientras que Brüderle dijo que prevé generar ingresos por hasta 15.000 millones de dólares para este rubro. Röttgen dijo que "se inició una hoja de ruta hacia la era de las energías renovables", ya que aseguró que ahora hay una financiación seria a largo plazo y un concepto global sobre la política energética para las próximas décadas. "El esfuerzo valió la pena. Hemos logrado un gran éxito", dijo Brüderle, quien planteó que el acuerdo no es sólo importante para el cuidado del medio ambiente, sino que también se trata del liderazgo de Alemania en materia tecnológica.
Merkel elimina decisión de Schröder
Alemania cuenta con 17 reactores nucleares que suministran el 22 por ciento de la electricidad. Éstos debían ser apagados sucesivamente hasta 2025 en virtud de un acuerdo pactado en 2000 por el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder y Los Verdes con las operadoras.
Al asumir el poder en octubre de 2009, conservadores y liberales se comprometieron en el pacto de coalición a prolongar la fase de funcionamiento de las centrales consideradas más seguras y así poder cumplir con las ambiciosas metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Alemania se propone reducir en un 40 por ciento las emisiones de dióxido de carbono hasta 2020 y en un 85 por ciento hasta 2050.
Para poder mantener las centrales en funcionamiento, REW, E.ON, Vattenfall y EnBW serán llamados a pagar un "impuesto al combustible nuclear", a través del cual el gobierno espera recaudar a partir de 2011 y por un lapso de seis años unos 2.300 millones de euros anuales para aliviar la delicada situación del presupuesto público tras la crisis financiera y costear el saneamiento del depósito de residuos nucleares de Asse.
Uranio: más barato que el carbón, pero no más seguro
Las operadoras energéticas tienen gran interés en prolongar el funcionamiento de las centrales, que les aportan beneficios al haber amortizado las inversiones en la mayoría de las plantas y por el precio del uranio, que es más barato que el carbón y el gas.
Para extender la vida de los reactores, el gobierno de Merkel intentará formular una ley que no necesite la ratificación por parte de la Cámara Alta (Bundesrat), donde perdió la mayoría y se enfrentaría al veto de la oposición socialdemócrata y verde. El Partido Socialdemócrata ha amenazado con ir hasta el Tribunal Constitucional en caso de que no se consulte a las regiones aún cuando la decisión del apagón nuclear fue tomada por socialdemócratas y verdes también prescindiendo de la anuencia del Bundesrat.
Varios centenares de manifestantes antinucleares protestaron este pasado fin de semana contra los planes de reactivación nuclear, entre ellos los principales dirigentes de la oposición. "El gobierno vuelve a desatar uno de los mayores conflictos sociales de la república sin necesidad", afirmó el presidente de la socialdemocracia y ex ministro de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel.
Aplazamiento de "apagón" nuclear desataría protesta ciudadana
Un informe de la organización ambientalista Greenpeace, citado por el diario Süddeutsche Zeitung, sostiene que la prolongación de la vida de las centrales debe recibir también el visto bueno de la Unión Europea en virtud de una ley sobre residuos nucleares. La decisión de aplazar el "apagón" nuclear podría desatar la protesta ciudadana. Pocos debates tienen tanta carga ideológica en Alemania como el de la energía nuclear, que rechaza una parte de la población desde las épocas de las grandes manifestaciones de los años 70 y 80.
Una encuesta publicada en agosto de 2010 por la televisora pública ZDF indica que 56 por ciento de los alemanes son contrarios a que sigan funcionando más allá de lo pactado y un 70 por ciento respalda el impuesto atómico. Incluso un 81 por ciento también ve con buenos ojos que se imponga una segunda tasa en caso de que se prolongue la vida de las centrales eléctricas. Con la decisión de este 5 de septiembre, Alemania se suma a otros varios países europeos que abandonaron el veto a la energía nuclear como Suecia, Italia, Finlandia y Polonia.
Editor: José Ospina-Valencia (dpa)