"No queda otra cosa que celebrar nuevas elecciones"
20 de noviembre de 2017DW: ¿En qué medida perjudica la ruptura de las conversaciones a los partidos democráticos, y quizás incluso a la propia democracia?
Christian Hacke: Es difícil, pero yo creo que el daño a su imagen es enorme. Y debo decir que cuando vi la noticia anoche, respiré hondo y me dije: ¡Por fin! Mejor un final con susto que un susto sin final. Era absolutamente previsible que no iba a haber un acuerdo. Los actores subrayaron siempre sus puntos en común, pero todo el mundo sabía que no se estaban acercando mutuamente. Eso era alarmante. Creo que se ha hecho evidente un disgusto por parte de la sociedad respecto al Estado y los partidos.
¿Qué significa esto para la canciller, Angela Merkel?
La canciller tendría que haber sabido desde el principio que no tenía una yunta con cuatro caballos andando en la misma dirección, sino con cuatro caballos que tomaban rumbos distintos. Tendría que haber empezado por aclarar a priori cuáles eran los objetivos a alcanzar y haber dado a los partidos una semana para que se adhiriesen o no a ellos. Es algo que nunca hizo. Su único objetivo era mantener el poder a toda costa. No me extrañaría que esto fuese un ocaso de los dioses para la canciller.
¿Qué cree que hará el presidente federal?
Ya se ha pronunciado de forma bastante clara, animando a los adversarios a llegar a un acuerdo y no jugar con el tema de las nuevas elecciones. Eso fue muy audaz. Solo en el último momento, si la canciller acude a él, se inclinará por las nuevas elecciones. Y todo eso depende de lo que pase en el resto de conversaciones de la canciller. En todo caso, yo descartaría por completo un Ejecutivo negro-verde (colores de la CDU/CSU y Los Verdes, respectivamente). El SPD ha rechazado formar una gran coalición. Cuán gran es el ansia de poder es algo que todavía no se puede decir.
¿Cómo podrían utilizar la situación actual La Izquierda y la populista de derecha AfD?
La AfD sería la gran beneficiada de unas nuevas elecciones, esto está ya claro. Los votantes de la AfD seguirán estando muy descontentos y sabrán utilizar la situación para sí. Es un espectáculo indigno que no he visto nunca en la historia de la República Federal Alemana en situaciones posteriores a elecciones.
¿Qué posibilidades políticas son a su juicio las más probables?
Creo que no tendremos un Gobierno en minoría. Siempre van a faltar entre veinte y treinta votos. Así no puede llevarse a cabo una política capaz de gobernar. Si eso no ocurre y la gran coalición también se descarta como alternativa, entonces no queda otra cosa que celebrar nuevas elecciones. Pero entonces esperemos que los responsables hayan aprendido algo de estas semanas. El pueblo espera pronto un nuevo gobierno. En ese caso, los comicios deberían celebrarse lo antes posible.
¿Qué señal envía esto al extranjero? Al fin y al cabo algunas decisiones de política exterior se toman en el Bundestag.
En primer lugar, en las negociaciones de estas últimas semanas la política exterior no ha jugado papel alguno. Nos hemos vuelto muy provinciales. Este país está tan ocupado consigo mismo, con las minucias de la política interior, que las grandes cuestiones de la seguridad y la política exterior, las cuales son cuestiones clave, no se han puesto sobre la mesa.
En segundo lugar, que Alemania esté en situación de ingobernabilidad, en el contexto de la Europa actual, ha sido visto con escepticismo en el extranjero. Los gobiernos en minoría están condenados a muerte tarde o temprano, pues no tiene mayoría alguna. Tomar esto en consideración como solución de emergencia me parece temerario.
El profesor Christian Hacke es doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Bundeswehr de Múnich y de la Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität de Bonn. También es miembro de la Sociedad Alemana de Política Exterior.
Autor: Wolfgang Dick (EAL/VT)