Alemania: más controles medioambientales
22 de julio de 2003La protección del medio ambiente no es considerada un lujo innecesario en Alemania, donde la conciencia cívica en este campo se refleja también en el éxito electoral del Partido Verde, que integra el gobierno en Berlín.
La instancia de control en esta materia es la Oficina Federal del Medio Ambiente, que acaba de presentar su informe anual de la evolución del entorno natural alemán.
Temperaturas más estables
El Ministro alemán del Medio Ambiente, Jürgen Trittin, es optimista y apunta al largo plazo, destacando que las soluciones a los problemas que afectan a su ministerio superan los ciclos electorales. Trittin se remite a los nuevos datos de la Oficina Federal del Medio Ambiente y afirma que en los próximos 50 años las emisiones de dióxido de carbono, causa número uno del calentamiento global, podrán reducirse en un 80%.
Se trata de mejorar la eficacia en el consumo de electricidad, que en Alemania ha crecido constantemente desde 1993. Trittin aspira a "reducir el consumo de electricidad en 12% hasta el año 2020. Es técnicamente posible y económicamente viable", afirma el ministro.
Más allá de los grandes planes a nivel nacional, el trabajo empieza literalmente en casa. Un paso importante sería por ejemplo desconectar los electrodomésticos cuando no se usen, es decir, prescindir del modo "stand by", que a escala nacional representa tanto un desperdicio de energía como una carga medioambiental sin justificación.
14.000 muertos
Actualmente se debate en Alemania el impuesto que se paga sobre el diesel o gasoil, como instrumento eficaz para reducir su uso. Según la Oficina Federal del Medio Ambiente en Alemania mueren cada año 14.000 personas por cáncer causado por partículas del hollín emitido por motores diesel. Trittin destaca que "el problema del diesel no es la recaudación de impuestos, sino la reducción de las emisiones. No queremos financiar así la reforma fiscal, sino reducir a escala europea los niveles de contaminación".
También en este último punto se denota optimismo, ya que Alemania emprende esta iniciativa junto con Francia, los dos países de la Unión Europea (UE) donde se fabrican la mayor cantidad de estos motores.
Entre dicho y hecho...
Pero a pesar de las buenas intenciones, el medio ambiente no conoce fronteras, y tampoco su contaminación. Así, hace pocos días los quince miembros de la UE y los 10 adherentes lanzaron un mensaje a Rusia para que ratifique el Protocolo de Kyoto de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero. La entrada en vigor del Protocolo de Kyoto requiere la ratificación de un mínimo de 55 países que produzcan el 55% de los gases. Luego de que los EE.UU. negaran su firma, ahora todos miran a Rusia.
Para alcanzar esta meta, la UE se muestra a favor de dar ciertas ventajas a las autoridades de Moscú. Esta opción de "comprar" conciencia ecológica demuestra, para los más escépticos, que más allá de las buenas iniciativas en Alemania, el trecho hacia el beneficio global es todavía largo.