Alemania: Los jóvenes llevan a Los Verdes a la victoria

En Alemania, Los Verdes celebran haber recibido el 20,5 por ciento de los votos en las elecciones europeas, casi el doble de lo que sumaron en 2014 (10,7 por ciento). Con ese avance, se convirtieron en la segunda fuerza política del país, tras la Unión Cristianodemócrata (CDU).

Los Verdes son especialmente exitosos entre los jóvenes: el 34 por ciento de los votantes sub 25 entregaron su sufragio a este partido. Una situación distinta se ve si avanzamos en edad: entre los electores de más de 60 años, sólo el 13 por ciento vota verde, contra el 40 por ciento que opta por la CDU. También AfD y los socialdemócratas tienen más éxito entre los mayores. ¿Cómo se explican estas divergencias? ¿Tienen una "debilidad generacional" los partidos más tradicionales?

Sí, opina la politóloga Sigrid Roßteutscher, académica de la Universidad Goethe de Fráncfort. "Los partidos tradicionales ya no llegan a los más jóvenes", dice a DW. Es una tendencia que ya se había visto en las elecciones estatales de Hesse y Baviera y que ahora parece reforzarse.

Los Verdes se han beneficiado con el cambio generacional dentro del partido. Con Annalena Baerbock, Robert Habeck y Ska Keller tienen líderes auténticamente jóvenes en los altos cargos. La CDU, en cambio, se beneficia de sus votantes duros. ¿El problema? La edad de esos votantes. "Ya en Hesse y Baviera se vio este fenómeno el año pasado: la mayoría de los votos que perdió la CDU fue porque sus electores se murieron", dice Roßteutscher.

Incubación antigua

El éxito de Los Verdes también puede explicarse por su enfoque temático, opina la experta, remarcando que el partido se centró en la protección climática, precisamente un tema que es prioritario para los votantes más jóvenes, de acuerdo con un sondeo de YouGov publicado en abril. Eso hacía prever que, especialmente en los países de Europa Occidental, los votantes de menor edad se inclinarían por respaldar fuertemente a este partido.

Para el asesor político Martin Fuchs, la politización juvenil no es algo reciente. A su juicio, es un fenómeno que se viene incubando desde hace largo tiempo y el éxito del movimiento "Fridays for Future" responde precisamente a que la decepción y pérdida de confianza ya estaban ahí. Fuchs asesora a instituciones políticas y partidos en temas como la comunicación digital. Entre otros, ha trabajado en varios ministerios, gobiernos regionales y asociaciones nacionales de la CDU, Los Verdes y La Izquierda.

Roßteutscher enfatiza que es estimulante ver la creciente politización de los jóvenes y al mismo tiempo hay que tener presente que el compromiso con el medioambiente y la protección del clima se incuba en "movimientos de secundaria". A las manifestaciones de "Fridays for Future" asisten básicamente niños de hogares con alto nivel educacional, de familias que precisamente votan por Los Verdes. En cambio, los chicos de familias con menor nivel educacional sencillamente no participan. A ellos deberían apelar los partidos tradicionales, demostrándoles que se preocupan también por sus "pequeños electores".

Fuchs piensa que partidos como la CDU o los socialdemócratas deberían "dejar los discursos" y de una buena vez tomar en serio a los sectores más jóvenes. Y una buena medida sería involucrarlos más allá de las estructuras partidarias tradicionales. "Los jóvenes tienen poco interés en las estructuras. Quieren participar de forma temporal en proyectos y no discutir en la trastienda con los caciques de la política comunal", dice el experto.

¿Mala comunicación?

La distancia de la juventud con la CDU y el SPD no es solo de contenido, sino también de forma. Fuchs explica que la mayor parte de la comunicación en estos tiempos tiene lugar en las redes sociales, "que en su inmensa mayoría son mal utilizadas por los partidos". Estos han menospreciado la relevancia de las redes y ahora deberían aprender a usarlas bien. No son para distribuir comunicados de prensa, sino que tienen una lógica de "diálogo, de participación y de transparencia". Para llegar a comprenderlo, sin embargo, se requieren estructuras totalmente distintas también dentro de los partidos.

¿Qué significa para el sistema político alemán esta nueva distribución de los votos? "La estabilidad del sistema partidario está en jaque", dice Roßteutscher. En el futuro, en lugar de dos grandes partidos, habrá varios con fuerzas similares. "Tendremos formaciones de gobierno más complicadas", augura.

La mayor influencia de los votantes más jóvenes no parece ser un efecto a corto plazo. Si bien su participación electoral sigue siendo menor a la de sus padres y abuelos, es probable que aun así consigan cambiar el panorama político, algo que en Alemania ya está ocurriendo.

También lo ve así Roßteutscher, quien apunta que la existencia de la CDU y el SPD está seriamente amenazada. Si no se dan prisa y atienden a los más jóvenes, corren el riesgo de sufrir un vaciamiento de votantes. "Ningún partido tiene una garantía electoral eterna", recuerda la experta.

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