Alemania: las ciberamenazas ensombrecen la campaña electoral
4 de marzo de 2021Cada vez que delegados se conectan a internet para votar, los ataques aumentan. Cuando la Unión Cristianodemócrata (CDU) eligió una nueva dirección del partido por internet en enero, hackers intentaron sembrar el caos en la conferencia virtual del partido con una serie de ciberataques masivos. En repetidas ocasiones, los atacantes, en su mayoría procedentes del extranjero, bombardearon el sitio web del partido con tráfico de internet en un intento de sobrecargar su servidor. Con éxito: en un momento dado, el sitio colapsó. La transmisión en vivo del evento se congeló.
Finalmente, el partido consiguió frenar a los intrusos bloqueando el acceso desde el extranjero, así como desde algunos lugares del país. Los delegados, por su parte, votaron por su nuevo líder partidario mediante un sistema electoral que funcionaba en un servidor independiente, una medida de seguridad para proteger el proceso.
Pero el ataque frustrado, que el partido confirmó a DW, pone de manifiesto las amenazas cibernéticas a las que se enfrenta Alemania este año, con seis elecciones estatales y las del Bundestag en septiembre.
"El nivel de amenaza en el ciberespacio sigue siendo persistentemente alto", afirma una portavoz de la Oficina Federal de Tecnologías de la Información (BSI). La BSI está observando un aumento tanto de los ataques de hackers como de las filtraciones de datos, es decir, de los datos robados que se publican en Internet. Ambos podrían "tener un impacto en las distintas elecciones de este año", añade.
Otra amenaza: la difusión de información engañosa
Pero ni siquiera las mejores medidas de seguridad ayudarán a combatir la segunda amenaza clave sobre la que advierten los expertos: la difusión de información engañosa o falsa en línea para manipular el pensamiento o el comportamiento de los votantes.
Tankred Schipanski, portavoz de política digital del grupo parlamentario de la CDU/CSU en el Bundestag, califica este tipo de campañas de desinformación como "nuestro mayor reto". Y subraya que "a menudo son organizadas y financiadas por estados extranjeros, (...) pero actores nacionales como la Alternativa para Alemania (AfD), en particular, ayudan a difundirlas."
Las campañas que utilizan la desinformación para tratar de influir en la opinión pública se están disparando en todo el mundo. Muchas son ahora tan profesionales y complejas que los expertos hablan de una "infodemia". Facebook, por ejemplo, eliminó la cifra récord de 17 campañas de gran alcance solo en diciembre.
La empresa estadounidense Microsoft, que asesora a las autoridades alemanas sobre cómo proteger las campañas electorales frente a las ciberamenazas, ha lanzado una advertencia adicional: los atacantes combinan cada vez más varias estrategias. "Estos ataques híbridos son los que nos preocupan especialmente a nosotros y a otras personas del sector tecnológico", afirma Jan Neutze, que dirige el programa Defending Democracy de la firma.
La lucha contra estas campañas híbridas es especialmente difícil por el hecho de que la información a menudo no es falsa per se, sino parcialmente auténtica, pero deliberadamente distorsionada o sacada de contexto para causar el mayor daño posible. Para frenar su propagación, según los expertos, es importante crear una "alfabetización mediática y digital" con iniciativas educativas que ayuden a los usuarios de Internet a reconocer la información perjudicial como tal.
Pero, aunque esto se viene señalando desde hace diez años, "no se ha hecho lo suficiente en el ámbito de la educación en medios de comunicación, ni en las escuelas ni en la educación de adultos", afirma Manuel Höferlin, portavoz de política digital del grupo parlamentario del partido liberal FDP. "Es una omisión enorme", añadió.
No hay normas para las campañas en internet
La situación se complica aún más por el hecho de que -aparte de las normas que los propios medios sociales tienen para sus plataformas- las campañas políticas en Internet prácticamente no están reguladas en Alemania.
Por ello, se está negociando que los partidos -y posiblemente también las plataformas sociales- acuerden un código de conducta común y voluntario para la campaña electoral. Esto podría incluir, por ejemplo, la obligación de etiquetar toda la publicidad electoral como tal o de abstenerse de comprar seguidores y likes. Según los negociadores, en las próximas semanas podría tomarse una decisión al respecto.
(gg/er)