Alemania: el largo camino hacia la transparencia
6 de julio de 2007La transparencia llegó por fin al Parlamento Alemán, Bundestag. Luego de largos debates, y no pocas resistencias, se hizo pública a través de internet la lista con las funciones que, en su caso, cumplen los diputados alemanes de manera paralela a su trabajo legislativo.
Para la opinión pública, la prueba de fuego en cuanto a este sistema consistía en saber exactamente cuánto gana cada diputado por concepto de sueldos adicionales.
Tres niveles de ingresos
En el primer día de este ejercicio de transparencia, el caso que más llamó la atención fue el del diputado cristianodemócrata Friedrich Merz, que según en listado tiene ingresos adicionales por más de 56.000 euros anuales por numerosas actividades extraparlamentarias.
En cambio, Angela Merkel sólo reporta una actividad complementaria: la de canciller federal, que le deja ingresos por siete mil euros mensuales de acuerdo con la página web.
La pregunta, sin embargo, persiste: ¿cuánto ganan él y los demás diputados que tienen otros trabajos? Como en el caso de Merz, se consigna únicamente a cuál de tres niveles se ajusta cada caso específico: entre 1.000 y 3.5000 euros, entre 3.500 y 7.000 euros, y más de 7.000 euros.
El deslgose puede ser anual o mensual. Bajo la norma actual, ganancias menores a mil euros al mes o a 10.000 euros anuales no están sujetas a los términos de la Ley de Transparencia.
No acaba el barullo
Los números no han hecho otra cosa hasta ahora que encender aún más la discusión. Ésta había llegado incluso a las alturas del Tribunal Constitucional, merced al recurso de apelación que habían presentado nueve diputados en contra de la Ley de Transparencia (expedida en tiempos de la coalición entre socialdemócratas y Los Verdes), de la cual se derivó la apertura de estos datos.
Ya con las cifras en la mano, hay quien considera que también se presentan falencias en la manera de aplicar la ley. Por ejemplo, no se abunda en los "gastos de representación", uno de los rubros más controvertidos no sólo en Alemania sino en otros parlamentos.
Además, la lista viene acompañada de varias advertencias, entre ellas, que "los ingresos no representan necesariamente el monto de una ganancia económica, ni cantidad alguna sujeta a obligaciones fiscales."
Medios de comunicación como el semanario Der Spiegel consideran que el propio concepto de "ingresos" genera interpretaciones diversas y aún contradictorias: así como la lista se queda corta en el caso de lo que ganan algunos diputados, en otros los hace aparecer como acaudalados personajes cuando en realidad sus negocios tienen apenas ganancias discretas.
Se ve difícil, pues, llegar al punto esencial de este asunto: distinguir claramente entre los ingresos legítimos de un legislador, y aquellos que pueden ser irregulares o crear conflictos de intereses.
¿Es necesaria otra ley?
Por ello, no extraña que ya se hable de crear un instrumento jurídico distinto, o por lo menos hacer cirugía mayor al actual. El parlamentario Uwe Küster, del SPD, afirmó el periódico Passauer Neue Presse que "en otoño debemos adecuar de nuevo la norma a los criterios definidos por el Tribunal Constitucional."
El liberaldemócrata Hans-Joachim Otto dijo a la edición cibernética de Der Spiegel: "La manera como se aplicó esta ley es totalmente contraproductiva; es desinformación."
Este primer paso en la transparencia en cuanto a los ingresos adicionales de los diputados alemanes ha venido acompañado, así, de discusiones y sobresaltos. Pero lo más difícil, quizá, está aún por venir.