Alemania busca evitar el abuso de la información genética
16 de abril de 2008La información sobre enfermedades solamente será trasmitida voluntariamente: esta es la esencia de la nueva ley que prepara la coalición gubernamental en Alemania. Estará prohibido que los empleadores obliguen a sus empleados a hacerles partícipes de su historial genético. Las aseguradoras, sin embargo, sí podrían reclamar a sus asegurados los resultados de estos test en caso de que se trate de seguros de vida y grandes cantidades de dinero, aunque el punto se somete todavía a discusión.
Derecho a saber, y no saber
Todos los alemanes tendrán derecho a conocer los detalles de su genética, o a ignorarlos en caso de que así lo prefieran. Puesto que los genes pueden revelar la existencia de enfermedades graves y sumir al paciente en una depresión, en el futuro, los médicos necesitarán en Alemania el consentimiento explícito del afectado para poder someterlo a un examen genético.
Al año se realizan en Alemania 300.000 de estas pruebas, según las estadísticas oficiales, lo que demuestra que se requiere una base legal, opinan en Berlín. “El objetivo del Gobierno es proteger a los ciudadanos de abusos a través de estos test”, comentó Ulrich Wilhelm, portavoz del Ejecutivo germano. La intención es evitar, según Wilhelm, “que, por ejemplo, con ayuda de los estudios genéticos se pueda decidir qué clase de niños vienen al mundo”.
El boceto de ley no se ocupa por lo tanto sólo de los males escritos en los genes, sino que busca imponer un control riguroso de las pruebas que se le hacen al feto durante el embarazo, un tema largamente discutido en Alemania, y espera zanjar el eterno debate sobre si debería estar permitido o no que los hombres se aseguren en secreto de la paternidad de sus supuestos hijos .
En el embarazo, sobre paternidad
La Ley de Diagnóstico Genético es herencia del Gobierno anterior y se somete a reforma por parte del actual Ejecutivo. Los exámenes genéticos del feto durante la gestación estarán permitidos siempre y cuando los motiven razones médicas. Con su ayuda en Alemania no será posible, prevé el borrador, que las parejas determinen, por ejemplo, el sexo futuro del bebé.
En este punto, el Gobierno alemán insiste en que no se trata de reducir la información que los padres necesitan para decidir, en caso de que se detectase alguna enfermedad grave, si optan o no por provocar el aborto, cosa que seguirá siendo posible, aunque no se dieron más detalles sobre en qué casos concretos estaría permitido el análisis genético y en cuáles no.
Las pruebas de paternidad son una cuestión espinosa, porque en ellas ha de tenerse en cuenta, siempre en primer lugar, el bienestar del niño. Después de largas discusiones, parece ser que finalmente la ley obligará a los hombres que quieran saber con certeza si son padres a conseguir primero el consentimiento de sus supuestos hijos o, si el niño es demasiado pequeño para decidir, de los responsables legales del menor.