Grecia pide socorro
24 de abril de 2010La ayuda que Alemania prestará a Grecia para que supere su dramática crisis financiera no es una que pueda materializarse sin recibir el visto bueno de los legisladores y de eso debe estar consciente tanto la élite política de Atenas, antes de emitir suspiros de alivio, como el pueblo germano, antes de dejarse manipular por medios sensacionalistas como el diario Bild, cuyo titular gritaba “¡Ahora sí, los griegos quieren nuestro dinero!” en su edición del 24 de abril. Aunque las decisiones al respecto podrían llegar a tomarse en lapsos de tiempo excepcionalmente cortos, lo importante es que las distintas fracciones del espectro político alemán velen por la transparencia del proceso.
Velozmente, pero no de hoy para mañana
El Bundestag debe decretar una ley que autorice al Gobierno a concederle auxilios financieros al país mediterráneo, y esa moción legislativa tiende a durar semanas cuando no meses. En este caso, está por verse si la solicitud de acelerar el proceso, hecha por la coalición integrada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Liberal de Alemana (FDP), es atendida por el ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
En principio, era el propio Schäuble quien quería que las discusiones en torno al tema de la ayuda financiera a Grecia se abrieran y cerraran en el seno del Parlamento alemán lo más rápidamente posible. Esta semana, durante la votación del Bundestag para decretar o no una ley que eliminara al Consejo de Planificación Financiera, Schäuble aspiraba promover una moción que le permitiera al Gobierno germano participar en el proyecto europeo de auxilio crediticio para Grecia.
Un debate previo es necesario
Pero los parlamentarios de diferentes fracciones políticas se opusieron a esa iniciativa, prefiriendo conservar en sus manos el poder de decidir y debatir sobre la concepción de una ley específica para el caso después de que Grecia hiciera explícita una solicitud de auxilio financiero. “Esa posición es importante porque, de hecho, abre la posibilidad de que se discutan tópicos presupuestarios en los que el Parlamento debe ser involucrado obligatoriamente”, explicaba el presidente de la Comisión para Europa del Bundestag, Gunther Krichbaum.
“Y si el asunto debe ser decidido con celeridad, también aquí en el Parlamento podemos trabajar rápidamente”, agrega Krichbaum. No sería la primera vez que un proyecto de ley urgente arriba al Bundestag un martes, es discutido en las comisiones durante el miércoles y el jueves, y es aprobado antes del fin de semana para que el Bundesrat –el ágora en donde los 16 Estados federados alemanes se pronuncian en materia legislativa– vote y haga posible su entrada en vigor.
Bajo la presión de los mercados financieros
Dentro de quince días tendrá lugar la próxima sesión semanal regular del Bundestag y el último día de reuniones parlamentarias coincide con la asamblea del Bundesrat. Pero, si la urgencia del caso lo amerita, tanto los miembros del Bundestag como los del Bundesrat pueden ser convocados a encuentros extraordinarios.
Ciertamente, varias semanas de dimes y diretes con miras a aprobar una ley pueden reducirse a unos pocos días cuando hay voluntad política para ello. Sin embargo, las horas dedicadas a acelerar la aprobación de la ayuda a Grecia pueden llegar a ser tortuosas para los implicados si los mercados financieros empiezan a fluctuar desbocadamente.
¿Ayudando a Grecia o a los especuladores?
Pocos minutos antes de que el Primer Ministro griego, Yorgos Papandreu, solicitara la ayuda económica, el vocero del ministerio de Finanzas alemán, Michael Offer, anunció que, si Grecia necesitara auxilios financieros, sería el Fondo Monetario Internacional (FMI) la primera instancia en responder al llamado, sugiriendo que pasaría algún tiempo antes de que Alemania se viera comprometida por las circunstancias a meter el hombro como miembro de la Unión Europea.
La mayoría de los políticos alemanes están a favor de respaldar a Grecia en esta crisis; no obstante, el partido de izquierda Die Linke ha exigido que los bancos que sacaron provecho a los préstamos del Estado griego sean obligados a participar en el financiamiento de esa ayuda; portavoces de Die Linke han hecho señalamientos que a la administración Merkel seguramente no le interesa ver confirmados: “El Gobierno alemán lo que quiere es salvar a los especuladores y no ayudar a Grecia”, comentaba recientemente la política Gesine Lötzsch, activa en las comisiones presupuestarias.
El ministro de Finanzas alemán se reunirá este 26 de abril con los presidentes de las fracciones del Bundestag para discutir sobre la posibilidad de acelerar el proceso legislativo en torno a la ayuda financiera para Grecia.
Autor: Peter Stützle / Evan Romero-Castillo
Editor: José Ospina Valencia