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Alemania aprecia 3er puesto como oro en Copa del Mundo 2006

Daniel Martínez8 de julio de 2006

La selección alemana ocupó al final el tercer lugar en el Mundial pero Stuttgart, escenario del último partido de los locales le entregó a sus jugadores el primer puesto.

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¡Gracias Klinsi! Reconocimiento al entrenador de la selección alemana.Imagen: Daniel Martínez


La ciudad celebró a lo largo del día la presencia del equipo alemán a pesar de que hubieran deseado verlo disputando la final en Berlín. “El primer puesto es siempre mejor que el tercero o el cuarto, pero en nuestros corazones son Klinsmann y su equipo los verdaderos campeones” dijo Klaus Jans a DW-WORLD.

Él, como otros miles de aficionados, se apostó desde tempranas horas de la mañana en las afueras del hotel donde se alojó la selección en Stuttgart.

El Arnulf-Klett-Platz, la calle frente a la estación central de los trenes, se tornó intransitable con el pasó de los minutos debido a la aglomeración de hinchas que esperaban ver a los integrantes del equipo nacional.

La recompensa

La larga espera no fue en vano, una y otra vez los jugadores alemanes se asomaron al balcón del hotel para saludar a sus seguidores. Cada saludo de Oliver Kahn, Jens Lehman, Philiph Lahm o David Odonkor eran acompañados por una estruendosa ovación del público que se había apoderado de la principal calle de Stuttgart.

“Berlín, Berlín, ¿quién quiere ir a Berlín?” cantaban los alemanes en referencia irónica al partido por el primer puesto que se jugará mañana en el estadio olímpico de la capital y complementaban gritando “Stuttgart es más bella que Berlín”.

"Danke Klinsmann", o gracias en castellano

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Un poco de esmalte en los colores nacionales.Imagen: Daniel Martínez
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Klinsmann, (ahora) adorado por todos.Imagen: Daniel Martínez

En contra de todos los pronósticos el Parque del Castillo, donde la mayor concentración de aficionados en pleno centro de Stuttgart tiene lugar, se llenó completamente, para todos los asistentes el de este sábado era un partido de final, la final su equipo.

Esta vez al lado del tradicional mar de banderas en el que el Mundial convirtió a Alemania se dejaban ver también por todos los rincones pancartas demostrando el cariño y admiración por el seleccionado local.

“Gracias Klinsmann, tú eres uno de nosotros” se podía leer en una haciendo referencia a los orígenes del entrenador alemán cuya familia es de los alrededores de Stuttgart. “Ánimo muchachos, ustedes son nuestros campeones del mundo” estaba escrito en otra.

Al final del partido, cuando el tercer puesto estaba asegurado, en el estadio, en las calles de Stuttgart, a lo largo y ancho de la ciudad sus habitantes celebraron como si hubieran obtenido la copa.

Bronze tan valioso como oro

El pueblo anfitrión del Mundial valoró la medalla por el tercer puesto como si hubiera sido de oro y cuando ella fue recibida por los jugadores los 52.000 espectadores se unieron en una sola voz llamando el nombre del entrenador “Klinsmann, Klinsmann” y del país, “Alemania, Alemania”.

En Stuttgart el sentimiento era compartido por todos: “Estamos orgullosos de ustedes, muchas gracias por los bellos momentos” proclamaban los aficionados alentando la despedida del equipo alemán.

El Mundial se acabó para los anfitriones, pero en el recuerdo vivirán las emociones que despertó un joven equipo que nos sólo revolucionó la forma de jugar al fútbol en Alemania, también la forma de vivirlo y sentirlo.