Alemania apoya los intereses indígenas
9 de agosto de 2006Las Naciones Unidas definen la palabra "indígena" como aquel habitante originario de una determinada región en la que estaba viviendo antes de que llegaran colonizadores de otros lugares y se convirtieran en el grupo dominante. Esta dominación, con el paso del tiempo, ha convertido a los indígenas en uno de los grupos más desfavorecidos del mundo.
La Asamblea General de la ONU decidió en 1994 celebrar el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo cada 9 de agosto para recordar sus pésimas condiciones de vida y la discriminación a la que están sometidos. Los objetivos que se marca la organización internacional para el "próximo decenio" son "seguir fortaleciendo la cooperación internacional para la solución de los problemas que afrontan las poblaciones indígenas en esferas como la cultura, la educación, la salud, los derechos humanos, el medio ambiente y el desarrollo económico y social".
Bolivia como paradigma
En Latinoamérica viven alrededor de 20 millones de personas pertenecientes a los diferentes pueblos indígenas originarios de los diversos Estados en los que ahora está divida la región. Bolivia es el país suramericano con la presencia indígena más importante: según el último censo elaborado en 2001, el 62% de los bolivianos mayores de 15 años dijo pertenecer algunas de las 35 etnias originarias del país.
El indigenismo boliviano saltó el año pasado inesperadamente a la primera línea de la política internacional: el 18 de diciembre el líder sindicalista y cocalero Evo Morales se hizo con la presidencia con el 53,7% de los votos. A partir de ese momento, Morales, al frente de su partido Movimiento al Socialismo (MAS) y con apoyos tan controvertidos como el del venezolano Hugo Chávez, ha sabido acaparar la atención internacional sobre los derechos de los indígenas.
En los últimos días, Evo ha hablado de "refundar" el país atendiendo a los orígenes indios de Bolivia. "Hasta que no solucionemos los problemas de nuestros hermanos Aymaras, Quechua o Guaraníes, no podremos solucionar los problemas económicos y sociales que azotan a nuestro país", mantiene Morales. Esta refundación parece que puede afectar hasta a la denominación de Bolivia: la semana pasada, un grupo de indígenas anunció su intención de llevar a la recién formada Asamblea Constituyente la iniciativa de cambiarle el nombre al país: si la iniciativa prosperase, el país andino pasaría a llamarse "Qollasuyo Bolivia".
El grano de arena alemán
Además de las Naciones Unidas, gobiernos de países tan lejanos como Alemania también contribuyen con sus medios a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y a la recuperación de su cultura. El Gobierno germano, a través de su Oficina para la Cooperación Técnica (GTZ), pone su grano de arena para que los pueblos indígenas, especialmente los de Suramérica, puedan hacer efectivos sus derechos y mejorar sus condiciones de vida.
Silke Spohn, coordinadora de la Unidad de Pueblos Indígenas en Suramérica y el Caribe, reconoce la discriminación bajo la que viven estas bolsas de población: "Los pueblos indios pertenecen a los grupos humanos más pobres y desfavorecidos de Latinoamérica. Con todo, sus derechos han ido siendo reconocidos paulatinamente tanto nacional como internacionalmente durante los últimos 70 años. Al mismo tiempo, las aportaciones de los indígenas a la comunidad internacional es cada vez mayor".
Nuevo concepto de cooperación
Precisamente en las últimas semanas, el Ministerio de Economía germano (BMZ) ha aprobado un nuevo concepto de cooperación con los pueblos indígenas: "En países como Bolivia con altos porcentajes de población de procedencia india, los esfuerzos de ayuda al desarrollo nunca alcanzarán sus objetivos de mejoras concretas de las condiciones de vida de los indígenas sin una aportación propia de ellos mismos", afirma Silke Spohn.
Las acciones de la GTZ en Latinoamérica son el fortalecimiento de las instituciones indígenas, la educación intercultural y bilingüe (español e idioma nativo), la formación sobre áreas indígenas, la situación sanitaria y la demarcación de las áreas indias.
Según Spohn, "tres son los ejemplos de las actividades de la GTZ en Latinoamérica: la colaboración con las federaciones de indígenas del Amazonas para fortalecer su capacidad de defender sus intereses en la zona; la promoción de las demarcaciones indias en el Amazonas brasileño; o el apoyo a la Universidad Indígena, que promueve el estudio de las tradiciones indias relacionadas con el derecho, la medicina o las lenguas". Todos esos esfuerzos van en la misma dirección: "el fortalecimiento del poder de influencia indígena, la promoción del diálogo entre los grupos indios y sus respectivos gobiernos, y el apoyo mutuo entre los diferentes grupos indígenas existentes en Latinoamérica".