Alemania ante otro invierno marcado por el coronavirus
3 de noviembre de 20211. ¿Cómo se puede proteger a los ancianos?
30.000 de las 70.000 muertes por COVID-19 en la segunda ola de la pandemia, en el invierno de 2020-2021, vivían en hogares de ancianos, advirtió Martin Scherer, presidente de la Sociedad Alemana de Medicina General, en una conferencia de prensa en Berlín.
Para evitar que muchos vuelvan a morir, dijo, es importante centrarse ahora en este grupo de población. Se necesita más protección contra la infección y hay que evitar que el virus entre en las residencias. Scherer se mostró visiblemente molesto. Ya se han registrado infecciones y varias muertes en los estas instituciones.
En otros países, la vacunación de los empleados en los hogares de ancianos es obligatoria, para reducir el riesgo de infección, pero en Alemania no. La canciller Angela Merkel ha insistido en varias ocasiones en que no habrá vacunación obligatoria. El actual ministro Federal de Sanidad, Jens Spahn, argumenta con el temor a una división de la sociedad si se fuerza la vacunación obligatoria.
2. ¿Vacuna de refuerzo para todos o no?
La vacunación de refuerzo es actualmente uno de los mayores puntos de controversia. Por un lado está el ministro Federal de Sanidad, que quiere reactivar los (caros) centros de vacunación. Su objetivo: vacunas de refuerzo para todos los alemanes (excepto los niños). Legalmente, esto ya es posible.
Pero, por otro lado, están los representantes del sector médico. Según ellos, las vacunas de refuerzo solo se necesitan para ciertos grupos de riesgo, y deberían ser aplicadas por los médicos de cabecera.
Según el jefe de la "Comisión Permanente de Vacunación", Thomas Mertens, los mayores de 70 años necesitan urgentemente una tercera vacuna. Pues, seis meses después de la segunda inyección, su protección inmunitaria disminuye considerablemente y aumenta el riesgo de una enfermedad grave.
Y hay, además, un componente político internacional en este debate. Mertens cree que solo debe administrarse la cantidad de vacuna necesaria. Al fin y al cabo, el Tercer Mundo también tiene derecho a las vacunas, y los países más ricos no deben "absorberla por completo".
3. ¿Quién sigue vacunando?
¿Centros de vacunación, médicos de cabecera o ambos? Hay médicos de cabecera que no quieren ofrecer vacunas de refuerzo. Porque es demasiado difícil, desde el punto de vista organizativo. Las consultas tienen que pedir las dosis de vacunas con dos semanas de antelación, y luego reciben viales multidosis con el contenido de seis inyecciones, en lugar de dosis individuales. Como no se puede tirar nada, siempre debe aparecer el número adecuado de personas dispuestas a ser inoculadas.
También se habla sobre otra opción. "Tenemos que llevar la vacuna a la gente y no al revés", advirtió Janosch Dahmen, experto en salud del partido alemán Los Verdes. Y sugirió reactivar al personal de los centros de vacunación y utilizarlo íntegramente para los servicios móviles.
4. ¿Qué ocurre en las escuelas?
Las vacaciones de otoño van llegando poco a poco a su fin en las escuelas alemanas. Hace apenas unas semanas, se dijo que se suprimiría la obligatoriedad del uso de mascarillas en los centros escolares. Ahora, sin embargo, algunos estados federados están rehuyendo este paso. Cada Estado federal alemán puede decidirlo por sí mismo. Pero muchos padres piden normas uniformes, no solo para las máscaras, sino también para las medidas de cuarentena. Actualmente, esto no está a la vista.
Eso sí, hay acuerdo en un punto: las escuelas deben permanecer abiertas. Aunque todavía no se disponga de vacunas aprobadas para los niños menores de 12 años. Esto solo podría cambiar tras su aprobación a nivel europeo, quizás en diciembre.
Todas estas cuestiones sin resolver crean incertidumbre en Alemania, donde la cuota de población vacunada, de alrededor del 66 por ciento, es solo mediocre en comparación internacional.
(gg/rml)