Alemania: 5 días de sol y buen fútbol
14 de junio de 20065 jornadas y 14 encuentros de buen fútbol han vivido Alemania y los televidentes de todo el mundo. Reina la paz y el buen humor en las ciudades mundialistas, incluso en las temidas "no go areas", aquellas zonas que se recomendaba evitar a gente de color por el peligro de posibles ataques xenófobos por parte de extremistas de derecha.
En Leipzig, en el este alemán, calificada como la "no go area" por excelencia, hasta el momento no se ha registrado ningún tipo de percance o ataque xenófobo. La ciudad hizo su debut mundialista el pasado domingo 11 de junio con el juego entre Holanda y Serbia-Montenegro. Cerca de 50.000 amantes del fútbol viajaron a Lepizig, de ellos unos 15.000 holandeses, y tanto encuentros como fiestas, previas y posteriores al 1 a 0 a favor de los holandeses, fueron un verdadero ejemplo de armonía.
Habrá que esperar a ver si se repite este feliz panorama el próximo 21 de junio cuando se enfrenten los equipos de Irán y Angola. Las autoridades encargadas de la seguridad han calificado el juego de "arriesgado", puesto que grupos de extremistas de derecha anunciaron que apoyarán al equipo de Irán, o más preciso, a su presidente Mahmud Ahjmadineyad, quien se ha ganado su simpatía por sus declaraciones antisemitas y la negación del Holocausto.
Pero Leipzig está empeñada en demostrar al mundo que es una ciudad atractiva y segura y no piensa perder la oportunidad que le ofrece el Mundial para hacerlo.
Alemania con los ojos en Dortmund
Otro juego "arriesgado" es el que mantiene ocupada la mente y los corazones de los alemanes. Aunque millones de germanos no pierden la oportunidad para zambullirse en la gran fiesta del fútbol, su interés principal se concentra, por el momento, en el partido de este 14 de junio en Dortmund en donde se enfrentará a Polonia.
Si la selección alemana logra ganar a los polacos tendrá asegurada su pase a los octavos de final. Puesto que Polonia perdió 2 a 0 frente a Ecuador, ya no tiene nada que perder. Es decir, el vecino polaco se juega en este enfrentamiento el todo por el todo.
Los medios germanos bombardean a sus conciudadanos con tesis, análisis, recomendaciones, estrategias de lo que hará o debería hacer, el entrenador nacional, Jürgen Klinsmann, para acabar con la "amenaza polaca".
Al partido de Dortmund irán por lo menos tantos espectadores como al partido inaugural de Alemania contra Costa Rica que concentró a 66.000 espectadores en el estadio de Múnich.
Samba en Berlín
Pero a pesar de que es una concentración masiva, no se compara con lo que reunió el partido de Brasil contra Croacia este 13 de junio en Berlín. En la capital alemana la vida se vio de cuatro colores: rojo y blanco por Croacia y verde y amarillo por Brasil.
Tres horas antes del partido ya la puerta principal del Estadio Olímpico estaba abarrotada de seguidores de ambas selecciones que habían llegado desde diversos puntos del planeta. 75.000 personas pudieron acceder al Olympiastadion, el resto se reunió a lo largo de la ciudad a observar el encuentro en diversas pantallas gigantes.
La fiesta de los hinchas reúne a diario a alemanes y visitantes de todas las nacionalidades desde tempranas horas. Los aficionados toman posición frente a las pantallas gigantes en todas las ciudades germanas en espera del comienzo de los partidos, con los que inicia una celebración permanente en la que no existen ganadores ni perdedores.