¡Alemanes, campeones del mundo!
La selección de Alemania festejó su cuarta estrella tras derrotar por 1-0 a Argentina en tiempo añadido.
Justos campeones
Por lo exhibido a lo largo del campeonato, la selección de Alemania se alza con la Copa en justicia. El arrollador comienzo contra Portugal, la tensión ante Ghana, la lucha contra Argelia y el temple ante Francia dieron paso a la clase magistral contra Brasil, en un 7-1 histórico. Un equipo lleno de individualidades que juegan con un objetivo común bajo la tutela de Joachim Löw.
La foto que pasará a la historia
El pase de Schürrle, la amortiguación, control y definición de Götze, la carrera con la cara sonriente, la decepción en los rivales... todos estos momentos se repetirán una y otra vez a partir de ahora. En el minuto 112 Alemania marcaba el 1-0 y se convertía en campeón del mundo por cuarta vez. Lo veremos cientos de veces a lo largo de los años, eso es seguro.
Alegría desatada
Desde un rincón, los reservas pedían que terminara el partido. Dieron dos minutos de alargue y ya se acercaba al minuto 4 cuando finalmente el árbitro pitó. Pasaron Portugal, Ghana, Estados Unidos, Argelia, Francia y Brasil. Y al final pasó Argentina. Alemania tiene derecho a celebrar con todo.
Felicidad a nivel político
La canciller Angela Merkel celebró como todos el gol de Mario Götze. A su lado estaban la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y un entusiasmado presidente alemán, Joachim Gauck. La situación merecía sonrisas y festejos. Antes del tanto, en todo caso, las caras eran de preocupación, como muestra la foto.
Los hombres también lloran
Bastian Schweinsteiger, con un pómulo roto por un golpe de Agüero, y el entrenador Joachim Löw, no pueden con la emoción. Años trabajando para esto, años esperando sin un gran título. Años de paciencia que ahora tienen un merecido premio.
El beso más sabroso
Mario Götze, autor del único gol del partido, cumple un sueño y toma la Copa del Mundo, la besa y se emociona. El joven jugador del Bayern Múnich saltó desde la banca para llevar a su país a la cuarta estrella, que se suma a las de 1954, 1974 y 1990.
Alegría en toda Alemania
No era para menos. El partido fue sufrido, hubo que esperar 113 minutos para liberar la tensión y aguantar nada menos que 24 años sin obtener un título. Pero valió la pena y los hinchas desataron su felicidad en toda Alemania.