El diplomático del Nilo
13 de noviembre de 2017Para Al-Sisi está claro que el Oriente Próximo no necesita más tensiones aún. "Nuestra región se ve ya ahora confrontada con un gran nivel de inestabilidad y numerosos desafíos", dijo el presidente egipcio la semana pasada en una conferencia de prensa.
La frase iba dirigida, sobre todo, a Irán, que aprovecha la guerra civil en Siria para extender y consolidar sus posiciones también en el mundo árabe. Tropas de las Guardias Revolucionarias iraníes ayudaron al régimen sirio a combatir a la oposición tanto islamista como secular, logrando que Bashar al-Asad pudiera reconquistar gran parte del territorio.
Expansión iraní
Irán ha consolidado su posición no solo en Siria. Tropas y diplomáticos iraníes tienen también creciente influencia en Irak, dominado por chiíes. Y en el Líbano, donde Teherán está representada por su aliado Hizbolá.
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Lo más molesto para Al-Sisi es la presencia iraní en el Líbano. Egipto está separado del Líbano solo por su vecino Israel, que a su vez se ve desafiado por Hizbolá. Si se produjera un enfrentamiento entre Israel e Hizbolá, las tensiones llegarían directamente hasta las fronteras de Egipto.
Justamente un escenario de ese tipo fue el esbozado por Al-Sisi en su conferencia de prensa. "No necesitamos más complicaciones en las que estén involucrados Irán e Hizbolá", dijo el presidente. Simultáneamente se manifestó optimista acerca de poder reducir los peligros: "Estoy contra la guerra, las crisis deben ser resueltas a través del diálogo".
De lado de los países del Golfo
Al-Sisi no dejó duda, sin embargo, acerca de a qué parte apoya en el conflicto: "La seguridad en la región del Golfo es una línea roja. En Egipto pensamos que toda amenaza a los países del Golfo afecta también nuestra seguridad nacional".
Que Al-Sisi mencione explícitamente los intereses de seguridad de Arabia Saudí y otros países del Golfo es expresión de la compleja política exterior actual de Egipto. "Bajo Al-Sisi, Egipto trata de diversificar sus relaciones exteriores", dice Stephan Roll, del think tank Stiftung Wissenschaft und Politik, con sede en Berlín.
Roll agrega que el presidente cuida de no cultivar las relaciones con algunos socios a costa de otros: "Egipto quiere llevar a un equilibrio sus relaciones con las monarquías del Golfo, Rusia y sus tradicionales socios occidentales, porque cree que eso es lo más beneficioso para el país".
El arte de la diplomacia
La flexible política exterior egipcia le hizo ganar al país prestigio como intermediador pragmático, por ejemplo, en octubre, cuando mediadores egipcios moderaron las negociaciones entre Fatah y Hamás y lograron finalmente que ambas partes llegaran a un acuerdo.
Ese arte de la diplomacia parece desear aplicar ahora Egipto también para limar las tensiones entre Irán y Arabia Saudí. Justamente ese objetivo persigue Sameh al-Shukri, el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, en una gira que actualmente realiza por seis capitales árabes. Lo esencial, dice al-Shukri, es una cosa: "Reducir las tensiones en la región".
Autor: Kersten Knipp (PK/VT)