Airbnb: ¿Maldición o bendición?
Los servicios de arriendo de apartementos por internet como Airbnb son cada vez más criticados. A partir de mayo, Berlín cambia sus reglas para el alquiler de apartamentos privados. Otras ciudades ya lo hicieron antes.
Berlín: Viejos barrios en peligro
A partir del 1 de mayo, los propietarios pueden alquilar su vivienda principal por tiempo indefinido. Las viviendas adicionales pueden ser alquiladas por un máximo de 90 días al año – siempre que el arrendador no posea otros apartamentos más en Berlín. Además es necesario estar registrado en la administración del distrito. Pero esta medida probalemente no aliviará las escasez de viviendas.
Barcelona: Rechazo abierto al turismo de masas
Millones de turistas inundan todos los años la metrópoli catalana – muchos de ellos se alojan en viviendas privadas. Esto hace que suban los precios de alquiler para los lugareños. Dado que Barcelona no cuenta con un registro de viviendas confiable, es prácticamente imposible determinar cuáles apartamentos son alquilados ilegalmente.
Lisboa: Altos precios de alquiler
Un gran número de turistas visita cada año la capital portuguesa y pernocta vía Airbnb. Así Lisboa se convirtió en un destino de masas. Por ende hay cada vez más apartamentos de vacaciones y menos viviendas permanentes. Un inquilino permanente significa para el arrendador un ingreso mensual promedio de 900 euros. A través de Airbnb puede facilmente triplicar sus ganancias.
Mallorca: zona de juerga y refugio alemán
El Gobierno de la isla pisó el freno. En la capital, Palma, ya no está permitido alquilar viviendas privadas a turistas. Sólo las fincas están por ahora excluidas de esta medida. Desde hace tiempo Mallorca lucha contra las consecuencias del turismo de masas: escasez de agua, ruido por las fiestas y ahora encima alquileres cada vez más altos.
Ámsterdam: El parque de diversiones de Europa
Únicamente en 2016 Airbnb registró en Ámsterdam 1,7 millones de reservas. Los habitantes de la capital holandesa están alarmados. Los fines de semana abundan en la ciudad los turistas borrachos, provenientes de Gran Bretaña y Alemania. A principios de año Ámsterdam endureció las reglas y a partir de 2019 los arrendadores podrán alquilar su vivienda únicamente por un máximo de 30 días anuales.
Singapur: Como siempre, drástica
La legislación en Singapur es dura, no sólo respecto a los delitos de drogas. Subalquilar una vivienda arrendada en esta mega-ciudad puede salir muy caro. Un tribunal de Singapur sentenció a dos anfitriones Airbnb a pagar una multa equivalente a 37.200 euros, por arrendamiento ilegal. La sentencia se basa en el hecho de que en Singapur el espacio habitacional es subvencionado estatalmente.
París: Imán turístico a nivel mundial
La capital francesa demandó a Airbnb y a Wimdu, que es el segundo mayor servicio de alquiler de este tipo. Acusó a ambas empresas de no atenerse a las reglas vigentes para los alquileres a turistas. Solo el 16 por ciento de las viviendas ofrecidas están registradas. Durante los últimos cinco años casi 20.000 viviendas de alquiler fueron convertidas en residencias de vacaciones.
Viena: Sin habitaciones libres
Las autoridades municipales vienesas hace mucho ya que estás molestas por el subalquiler masivo a turistas. Más de 7.500 viviendas están alistadas en diversas plataformas. Según el diario "Kleine Zeitung“, en el futuro será imposible subalquilar apartamentos en zonas residenciales. Empleados municipales se dedican ahora a revisar internet, en busca de las viviendas alistadas.
Dortmund: Airbnb recauda el impuesto por cama
Para quien no sea amante del fútbol, la ciudad de Dortmund no ofrece grandes atractivos turísticos. Sin embargo, también aquí está presente Airbnb. Además Dortmund es la primera ciudad alemana en la cual Airbnb colabora con la ciudad y recauda el impuesto municipal por cama, del 7,5 por ciento.