Agulhas, un salvavidas para la Corriente del Golfo
4 de diciembre de 2009El agua de nuestros océanos está en constante movimiento. Las corrientes se mueven gracias a la diferencia de temperatura y salinidad del agua. De entre todas, la Corriente del Golfo es la que asegura a Europa un clima relativamente templado y juega un importante papel en el clima global.
Según recientes estudios, los efectos del cambio climático, así como el descenso de la salinidad de los océanos y el aumento de las precipitaciones, podrían frenar, parar o modificar el rumbo de las actuales corrientes oceánicas.
Científicos del Leibniz-Institut de Kiel para Ciencias del Mar (IFM-GEOMAR) y de la surafricana Universidad de Kapstadt han descubierto que la Corriente de Agulhas, que transporta aguas cálidas desde el Océano Índico tropical hacia el extremo sur de África, podría proporcionar una inesperada ayuda a la manuntención del templado clima europeo. Según el informe publicado en la revista especializada “Nature”, se confirma la hipótesis de que las fugas de aguas de esta corriente hacia el Atlántico pueden afectar al clima en Europa, reforzando la pérdida de fuerza de la Corriente del Golfo.
Ayuda desde el sur de África
La Corriente del Agulhas, una de las mayores corrientes en el mundo oceánico, fluye del Océano Índico a lo largo de la costa sudafricana. Al sudoeste de Kapstadt efectúa una abrupta media vuelta y se dirige de nuevo hacia el Océano Índico. Al mismo tiempo, los remolinos de Agulhas estrangula cada 3 ó 4 meses potentes torbellinos de más de 100 kilómetros de diámetro. Aunque parezca mentira, la Corriente de Agulhas transporta agua cálida y salada desde el Oceáno Índico hacia el Atlántico Norte.
“Suena un poco arriesgado que las corrientes del sur de África deban influir en el clima de Europa. Sin embargo, desde hace mucho tiempo se sabe que la Corriente de Agulhas constituye un refuerzo de agua salada hacia el Atlántico” añadió el autor principal del estudio, el doctor Arne Biastoch del IFM-GEOMAR.
“A través del análisis de los datos de observación y de los modelos informáticos hemos descubierto que ese proceso ha cogido fuerza como parte del cambio climático en el Oceáno sur”, explica el co-autor y profesor Claus Böning del IFM-GEOMAR.
¿Por qué ocurre eso?
Normalmente, los vientos del Este en el Océano Meridional determinan el intercambio de agua entre el Océano Índico y el Atlántico. En los últimos años, a través del desplazamiento del viento del oeste hacia el sur, el pasillo para las aguas entrantes del sur de África se ha ampliado. Esta tendencia podría fortalecerse en el futuro, como consecuencia del cambio climático.
La sal adicional aportada al Atlántico encuentra, gracias a las imperantes corrientes, su camino hacia el norte y podría con ello estabilizar la Corriente del Golfo. El constante refuerzo del sur actúa en contra de las fuertes precipitaciones y del derretimiento de los polos en el Atlántico norte, favoreciendo al clima del centro y norte de Europa.
Autor: Ana Sánchez Granado
Editor: José Ospina Valencia