Aguas revueltas en oriente
19 de abril de 2004El asesinato del líder de Hamas, Abdel Asis Rantisi, y las intenciones de retirada de Israel de la franja de Gaza, dieron un vuelco a la situación en el conflicto palestino israelí. La evolución de los acontecimientos preocupa a los políticos alemanes que tuvieron una agenda apretada con representantes de la política internacional. El canciller Gerdhard Schröder, se entrevistó con el primer ministro libanés, Rafic Hariri, durante la visita oficial de éste a Berlín y el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, recibió a su colega francés Michel Barnier.
Cese de la violencia
Schröder y Hariri se mostraron conmocionados con el cariz que está tomando la situación en Palestina y reivindicaron la vuelta al proceso de paz para la región denominado "Hoja de ruta". Los dos están convencidos de la prioridad de erradicar la escalada de violencia que está viviendo la zona.
Hariri reivindicó la necesidad de respetar los principios básicos del derecho internacional. "Mientras el problema palestino no se resuelva, no habrá paz en la región" manifestó el político libanés. Hariri abogó por una vuelta a las resoluciones de la ONU y la conferencia de Madrid. "Israel tiene que retirarse a las posiciones ocupadas en 1967 para que Palestina pueda constituirse como estado soberano lo antes posible", precisó Hariri en Berlín.
El canciller alemán coincidió básicamente con las opiniones del dirigente libanés. En su opinión, no hay acuerdo de paz posible sin los palestinos. El canciller coincidió en un llamamiento para volver a la "Hoja de ruta". Schröder señaló la nueva propuesta israelí de retirarse de la franja de Gaza como "una señal positiva". "Todo depende de las condiciones en que esta desocupación se desarrolle, y éstas deberían ser necesariamente negociadas con la otra parte", añadió el canciller.
El problema de Irak fue otro de los puntos fuertes de la reunión entre los dos dirigentes. Para ambos, lo más importante sería reducir el nivel de violencia que actualmente impera en Irak para lo que consideran necesario avanzar en el proceso político y la transferencia del poder a manos iraquíes.
Por otra parte, el canciller reafirmó el papel activo de Alemania en el intercambio de prisioneros entre Israel y el Líbano. Los intercambios ya iniciados supusieron el regreso a Israel de un empresario y los cuerpos de tres soldados muertos a cambio de cientos de guerrilleros del Hizbollah.
Unidad europea en tiempo de crisis
El ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, se entrevistó por primera vez con su colega francés, Michel Barnier, para analizar la situación internacional. Ambos líderes coincidieron con el canciller y dieron especial importancia a la unidad de la Unión Europea en tiempos de crisis. Los dos ministros de Exteriores pusieron de manifiesto la necesidad de retomar el diálogo entre los miembros porque "la situación internacional exige más que nunca la unión de Europa". Los dos políticos se refirieron en especial a España, como socio en cuestiones de política internacional.
Ante las preguntas sobre el tema Irak, no hubo comentarios sobre la decisión española de retirar las tropas de Irak. Ambos lo consideran un acto soberano del gobierno español. Los dos dirigentes dieron la máxima prioridad al traspaso de poderes en Irak con las condiciones de que se respete el plan previsto y que la transmisión sea verdadera.