Advierten peligro para africanos en Brandeburgo
17 de mayo de 2006"Hay ciudades pequeñas y medianas en Brandeburgo y otros lugares, a los que no aconsejaría ir a ninguna persona con otro color de piel. Posiblemente, no saldrían de allí con vida". Lo dijo nada menos que Uwe-Karsten Heye, quien fuera portavoz de gobierno en tiempos del canciller Gerhard Schröder y ahora preside la organización "Dar la cara". Sus declaraciones a la emisora Deutschlandradio, en respuesta a una pregunta sobre si recomendaría a hinchas de Togo o Costa de Marfil evitar ciertos lugares de Alemania, desataron un vendaval político, sobre todo en el Este del país.
Políticos dolidos
Heye intentó bajarle el perfil a sus palabras, señalando a la agencia DPA que no era su propósito desconocer los esfuerzos de Brandeburgo en contra de la extrema derecha. Pero en lo sustancial reafirmó que existen "áreas donde no ir" (No-Go Areas) principalmente en las regiones orientales de Alemania. A su juicio, la tarea de oponerse a esa situación corresponde a los sectores mayoritarios de la sociedad, aunque especificó que a ellos pertenecen también "políticos que no hacen nada mejor que bagatelizar cada incidente, minimizarlo y negar que obedecen a móviles racistas".
No sorprende que tales reproches hayan dolido a la esfera política de la zona. El primer ministro socialdemócrata, Matthias Platzek, afirmó que son "un insulto para regiones completas de Brandeburgo, sin justificación posible". A su juicio, "las advertencias de Heyes a los turistas que vendrán para el Mundial no ayudan a nadie".
Temores fundados
Pero esa es sólo una cara de la medalla. Desde otros sectores, la reacción fue aprobatoria. "Heye tiene razón", titula la versión online de Der Spiegel, en un comentario en que ofrece algunos datos concretos. Por ejemplo, el de que en la pequeña ciudad brandeburguesa de Rheinsberg, de sólo 12.000 habitantes, se registraron 31 delitos de motivación ultraderechista el año pasado.
Incluso en Berlín hay barrios "problemáticos". El presidente de la Comisión del Interior del Parlamento alemán, Sebastian Edathy, coincidió con Heye, señalando: "yo tengo la piel oscura y no me atrevería a subirme de noche en un tren suburbano con rumbo a Berlín -Treptow".