Accidentes en Fórmula Uno: ¿Fatalidad o falta de seguridad?
28 de julio de 2009Una fractura de cráneo, un corte en la frente y una fuerte conmoción cerebral fueron las consecuencias del accidente que sufrió el corredor brasilero de Fórmula Uno Felipe Massa el 25 de julio durante los entrenamientos para el Gran Premio de Hungría.
Massa tuvo suerte en la desgracia, ya que el casco de alta tecnología que llevaba puesto le salvó probablemente la vida, luego de que el auto de su compatriota, Rubens Barrichello, perdiera un resorte o muelle de 800 gramos que se desprendió e impactó a 240 km por hora con una fuerza de dos a tres toneladas sobre el ojo izquierdo del corredor de Ferrari, de 28 años. Esto derivó en el choque frontal del vehículo contra un muro de neumáticos.
El accidente vuelve a poner sobre el tapete el riesgo que corren los pilotos de Fórmula Uno, en especial aquellos como el que sufrió Massa, que afectan directamente la masa cerebral, pudiendo así provocar la muerte, o un estado de coma, o dejar secuelas neurológicas irreversibles.
Lo sucedido a Felipe Massa recuerda al desenlace fatal de su compatriota Ayrton Senna en 1994, cuando el choque contra un muro en la curva le costó la vida en San Marino. Hace cerca de una semana, el piloto de Fórmula 2, Henry Surtees, murió a causa del golpe de un neumático en la cabeza. El riesgo nunca puede excluirse en un cien por ciento, y los pilotos saben a los peligros a los que se someten al apretar el acelerador. Pero, ¿podrían mejorarse los standards de seguridad existentes para que este deporte no termine cobrándose la vida de los pilotos?
Seguridad total en Fórmula Uno, difícil de lograr
Hablar de seguridad en un deporte de alto riesgo como son las carreras de automóviles es casi imposible. La alta velocidad a la que se mueven los vehículos, unida al peso de los automotores de carrera, hacen de la Fórmula Uno un escenario en el que los accidentes son casi algo natural. Las partes del automotor que salen despedidas se asemejan a bólidos que golpean con toneladas de peso.
Está claro que siempre habrá situaciones de peligro como las del sábado en Hungría. Pero son precisamente los altos standards de seguridad derivados del desarrollo tecnológico en materia de autos de carrera hasta el momento los que posibilitan que en estos casos no siempre tenga que ser la vida el precio a pagar por correr en las pistas. La cabeza de los pilotos es la única parte del cuerpo que no está protegida por el habitáculo. Como consecuencia del accidente de Ayrton Senna, la FIA (Federation International de l’Automobile) obligó a los equipos a que los pilotos se recostaran aún más dentro del habitáculo. Pero parece que estas medidas aún no son suficientes.
El casco salvó a Felipe Massa
El casco que llevaba Massa y que le salvó la vida es de fabricación alemana. Lo produce la compañía Schuberth, y se trata de un casco recubierto en su exterior de fibra de carbono, lo que lo hace mucho más liviano y, al mismo tiempo, más resistente a impactos exteriores. Tanto Michael Schumacher como el colega de Felipe Massa, Kimi Räikkönen utilizan el mismo tipo de casco. Para verificar su eficacia, se lo somete a pruebas masivas de resistencia. “Una bola de acero de tres kilos cae sobre el casco desde una altura de tres metros, lo que simula el escenario del accidente de Massa bastante realistamente”, explica Oliver Schimpf, responsable de Fórmula Uno de la empresa, al portal Spiegel Online. Y el resultado de las pruebas es que el casco casi no sufre daños.
El propietario de Brawn GP, Ross Brawn, ex director técnico de Ferrari, dijo a la agencia Reuters que “a partir de lo visto el pasado y actual fin de semana, necesitamos hacer un estudio propio para ver si hay necesidad de hacer algo. Tenemos que digerir lo sucedido y entenderlo bien. Sin conocer los detalles, parecería que el trabajo hecho en los cascos los últimos años fue esencial en este caso”.
Por su parte, la FIA emitió este lunes un comunicado en el que indicó que “los resultados preliminares sugieren que el casco utilizado por Felipe Massa podría haber jugado un rol significativo limitando las lesiones que el corredor padeció". Su presidente, Max Mosley, solicitó a la Comisión de Seguridad que se redactara un informe acerca de los accidentes relacionados con piezas sueltas de coches.
¿Destino, mala suerte, o demasiado riesgo?
Helmut Marko, ex corredor de F1 austríaco y actual tutor del Red Bull Junior Team padeció un episodio similar al de Massa en 1972 durante su noveno Grand Prix, en Francia, cuando una piedra fue catapultada hacia sus ojos por el automóvil de Ronni Peterson. El entonces joven Marko, de 29 años perdió un ojo y debió abandonar su carrera en Fórmula Uno.
Según Marko en entrevista con el portal Kurier de Austria, “estos accidentes son cosas del destino. No se puede reaccionar”. Acerca de mejoras en las medidas de seguridad y autopartes, Marko piensa que “es muy difícil evitar este tipo de siniestro. Pero las ruedas sí se deben controlar. Si se hubiera hecho esto, Herny Surtees aún viviría”.
Dado que no se pueden fabricar habitáculos más altos, ya que las cabezas de los pilotos deben poder sobresalir, se está pensando en construir parabrisas especiales, y hasta cúpulas como las de los aviones de guerra.
La seguridad en Fórmula Uno
Como datos interesantes, resaltan, por ejemplo, algunos de estos que publica el portal del grupo Allianz:
- Un neumático de Fórmula Uno resiste sin problemas una temperatura de 130 grados Celsius.
- En cada pista verificada por la FIA hay un puesto de guardia con un extintor de incendios cada 300 metros.
- El trayecto de frenado de un automóvil de Fórmula Uno a 200 km/h es de 55 metros.
- Los pilotos están protegidos desde el 2003 por el Sistema HANS (Head and Neck Support), que sostiene la cabeza y el cuello, y evita una extensión exagerada de la columna vertebral en caso de accidente.
Massa aún no está fuera de peligro
Luego de que el lunes los médicos del hospital AEK de Budapest sometieran a Felipe Massa a un coma inducido, hoy informaron que es posible que Massa, luego de salir del estado de coma artificial y no necesitar ya la respiración asistida, pudiera ser dado de alta dentro de diez días.
Sin embargo, aún es demasiado pronto para asegurar la total recuperación del piloto, aclaran los facultativos: “Aunque está recuperándose, su vida corre peligro día a día”, explica Peter Bazso, director del hospital húngaro. Bazso dijo a la agencia DPA que aún no es posible afirmar si Felipe Massa sufrirá secuelas irreversibles, pero con el transcurso de los días, el peligro disminuiría.
Autora: Cristina Papaleo, dpa, reut, Spiegel Online, Kurier
Editora: Luna Bolívar