Abuso sexual, el lado oscuro del fútbol argentino
26 de agosto de 2022"Que encubran a un abusador es una vergüenza”, dijo Luciana Bacci. "Nos da un ejemplo a todos y a todos de que si sos piba y te violan, te abusan o te violentan en un club no te van a creer”, expresó acerca de la resolución que tomó la FIFA en torno a Diego Guacci. Su comentario sobre el entrenador Guacci en la televisión argentina fue compartido múltiples veces en las redes sociales.
El sindicato de fútbol "FIFPro" manifestó una conmoción similar a la de Bacci en entrevista con DW: "Cinco jugadoras de fútbol han presentado pruebas sólidas y creíbles contra el entrenador". Habían denunciado cómo fueron víctimas de abusos escandalosos y repetidos durante varios años por parte de su entrenador, que tenía el deber de protegerlas como adolescentes y jóvenes.
Diego Guacci fue considerado en su día un entrenador modelo, hizo carrera en el fútbol femenino argentino, e incluso trabajó para la FIFA. Tras examinar las acusaciones, el comité de ética, formado por tres hombres, llegó a la conclusión, devastadora para las jugadoras afectadas, de que el comité creía en sus declaraciones, pero que no había pruebas suficientes para castigar a Guacci. Ahora el entrenador puede seguir trabajando, a pesar de las acusaciones de las jugadoras, algunas de las cuales sólo tenían 14 años en ese momento.
El informe de la FIFA cita, por ejemplo, a un jugador que declaró haber tenido una videoconferencia con el entrenador. "Estuvimos hablando de tácticas y de cómo debía reflexionar sobre mi juego en ese contexto. De repente, de la nada, Diego Guacci dijo: "Me da vergüenza preguntarte esto, pero ¿puedes quitarte la camiseta y enseñarme los pechos?". La chica, escandalizada, se negó, pero Guacci siguió adelante y mostró sus genitales, aparentemente erectos, en unos calzoncillos.
Abusos, denuncias y amenazas de muerte
"Este es un tema tabú. Un tema que desencadena inmediatamente una reacción defensiva", dice Mariana Elena Leuzzi, de 69 años, en entrevista con DW. Leuzzi lucha por los derechos de las víctimas de la violencia sexual en Argentina con su oenegé AVIVI, y ella misma ha tenido experiencia con casos de abusos en el sistema futbolístico. Cuando denunció públicamente casos de abuso sexual en escuelas de fútbol vinculadas a grandes clubes argentinos, como River Plate o Independiente, recibió amenazas de muerte. Su revelación: los chicos fueron abusados sexualmente, intimidados, amenazados.
Cuando sacó a la luz los primeros casos, en 2018, de repente recibió más de 100 correos electrónicos de otras víctimas de centros juveniles argentinos. Leuzzi había dado impulso a una avalancha de denuncias de casos de abuso. "Era terrible, porque estos jóvenes futbolistas, que vivían en las escuelas de fútbol, eran chicos que venían desde muy lejos, de otros países o de otras provincias argentinas. Todos con el sueño en la cabeza de convertirse en los próximos Maradona, Messi o Ronaldinho", dice Leuzzi a DW. Y fue precisamente esa relación de confianza la que explotaron algunos entrenadores.
Un patrón que la activista futbolística Bacci también reconoce en el fútbol femenino: "Los abusos sexuales dentro de los clubes se deben a menudo a una complicidad del silencio", declaró a la revista Obdulio. Dijo que hay miedo a hablar por el riesgo de ser castigada y no poder seguir jugando al fútbol. "Creo que los hombres que cometen abuss o acoso sexual se aprovechan de ese miedo de las jugadoras". A todo esto, Argentina es solo uno de varios países en los que se informa de esos abusos.
El coraje de las víctimas
Lo que distingue a las jugadoras en el caso de Guacci, y a los jugadores, en el caso de las secciones de fútbol juvenil, es su tremendo coraje, dice Mariana Elena Leuzzi: "Siempre se necesita a alguien que tenga la fuerza para decirlo. Entonces las otras víctimas los siguen". Y así, la avalancha empieza a rodar
La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) reaccionó recientemente a los hechos y creó lo que dice ser el primer departamento de igualdad de género en el mundo del fútbol. Es un intento de reforzar los derechos de las mujeres. La tarea en la AFA ha sido asumida por la abogada Paula Ojeda. En concreto, esto significa "reconocer y superar los estereotipos y prejuicios".
El objetivo debe ser "respetar a la otra persona, respetar su espacio, su personalidad, sus creencias y su cuerpo", dice Ojeda al describir su tarea. Solo con estos esfuerzos será posible lograr los cambios que necesita el fútbol.
Ojeda también ve los primeros signos de un cambio en la cultura del fútbol argentino: "Los medios ahora también lo comentan cuando un jugador es denunciado por violencia de género". Ese no era el caso antes, y un primer paso en la dirección correcta. Sin embargo, el objetivo debe ser mejorar significativamente la prevención para evitar situaciones de abuso y acoso sexual o violencia dentro y fuera de las instituciones.
(jov/cp)