A un año del 7 de octubre: la situación en Oriente Medio
30 de septiembre de 2024Desde que Arabia Saudita congeló las conversaciones de normalización de sus lazos con Israel, después del 7 de octubre, el posible acuerdo se ha convertido en un activo de las negociaciones de paz entre Israel y Hamás.
Entretanto, el 7 de octubre también ha reavivado la solidaridad propalestina en la sociedad, dijo a DW Sebastian Sons, investigador principal del grupo de expertos alemán CARPO. Política y económicamente, sin embargo, la guerra entre Israel y Hamás se considera más bien una amenaza directa a la ambiciosa transformación socioeconómica del reino, añadió. "A su vez, la política saudí se centró en un acto de equilibrio diplomático durante el año pasado", dijo Sons.
Un año después en el Líbano
Poco después del ataque de Hamás a Israel, el influyente brazo armado de Hezbolá, clasificado como grupo terrorista por la Unión Europea, había comenzado a atacar el norte de Israel.
"Al principio, Hezbolá fue criticado por decidir iniciar una guerra con Israel y arrastrar al Líbano a ella", dijo a DW Kelly Petillo, investigadora de Oriente Medio en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Y, sin embargo, Hezbolá también ha disfrutado de un mayor apoyo entre la población libanesa desde el 7 de octubre", añadió.
En su opinión, muchos libaneses están indignados por la conducta de Israel en Gaza y la falta de resultados de la diplomacia internacional. "Comenzaron a ver a Hezbolá como el único garante de solidaridad con los palestinos", dijo Petillo.
Sin embargo, después de casi un año de lo que los analistas llaman "combates contenidos", la situación se agravó en septiembre.
Un año después en Jordania
La vecina Jordania, que firmó un tratado de paz con Israel en 1994, ha estado caminando sobre la cuerda floja política durante el último año. "Desde el 7 de octubre, Jordania ha tratado principalmente de equilibrar el fuerte apoyo interno a la causa palestina con sus relaciones con Israel", señaló Petillo a DW.
El rey Abdalá II de Jordania y su esposa, la reina Rania, que es de origen palestino, han dicho repetidamente que no están dispuestos a acoger más refugiados palestinos. Esto pondría en peligro la causa palestina en general y constituye una violación directa del tratado de paz, explicó la experta.
"Sin embargo, ahora que se abren nuevos frentes potenciales, no sólo en el Líbano, sino también en Cisjordania, Jordania se enfrenta a un escenario de pesadilla", explicó la analista a DW. "Esta situación reaviva los temores iniciales que se sintieron inmediatamente después del 7 de octubre, de un desbordamiento y un posterior movimiento de palestinos hacia Jordania", dijo.
Un año después en la Cisjordania ocupada
"La situación en Cisjordania ya era muy tensa antes del 7 de octubre", explica a DW Peter Lintl, investigador asociado de la sección de África y Oriente Medio del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad.
La Autoridad Palestina ha sido débil durante años, los colonos israelíes han estado atacando a los palestinos, y el actual Gobierno israelí de derecha exacerbó las tensiones al afirmar en su programa de coalición que Cisjordania, o, como la llama Israel, el área de Judea y Samaria, sólo puede pertenecer al pueblo judío, explicó.
"Todo esto se ha intensificado desde el 7 de octubre", subrayó.
Los colonos extremistas judíos han estado atacando a civiles palestinos, mientras que las tensiones entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las facciones militantes palestinas en la Cisjordania ocupada alcanzaron un nuevo punto máximo en septiembre.
"Cisjordania es un polvorín que podría explotar en cualquier momento", afirmó Lintl. "En tiempos normales, se diría que ya existe una situación intolerable, con un número de muertos increíblemente alto, sólo que esto está siendo eclipsado por la guerra en Gaza y el 7 de octubre", añadió.
Un año después en Siria
"La guerra que estalló el 7 de octubre ha desviado aún más la atención de los medios de comunicación fuera de Siria, y del conflicto que dura allí ya más de 13 años", afirma a DW Lorenzo Trombetta, analista de Oriente Medio radicado en Beirut y consultor de las agencias de las Naciones Unidas.
La guerra civil en Siria está cada vez más dominada por potencias extranjeras, como Rusia, Irán, Turquía, Israel y Estados Unidos, afirmó. "Todos los actores afirman que están luchando contra el terrorismo y pretenden aspirar a la estabilidad y la seguridad", explicó Trombetta.
Mientras tanto, el presidente sirio, Bashar Al Assad, que inicialmente estuvo muy aislado por la represión que ejerce su gobierno contra la población siria, ha sido otra vez bien recibido en el escenario político árabe y europeo. "A nivel interno, el control del poder por parte de Al Assad ya no parece estar en duda", añadió Trombetta.
Durante el año pasado, Al Assad ha guardado silencio sobre los acontecimientos y las consecuencias del 7 de octubre, dijo, añadiendo que "su enfoque es el de una diplomacia silenciosa, lejos de la atención de los medios, encaminada a lograr objetivos internos a largo plazo".
Un año después en Egipto
De todos los países de la región, sólo Egipto encontró una manera de aprovechar la crisis para reforzar su importancia geopolítica desde el 7 de octubre, dijo a DW Timothy E. Kaldas, subdirector del Instituto Tahrir para la Política de Oriente Medio, con sede en Washington.
El presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, ha estado cooperando con Israel en lo referente al permiso para el ingreso de mercancías a Gaza, y ha ayudado a mantener el asedio, explicó Kaldas. Además, el papel central de Egipto en las negociaciones para un alto el fuego ha restablecido la percepción de su importancia, añadió. "A su vez, El Cairo se ha ganado mucho apoyo adicional de Washington", sostiene el especialista.
La Casa Blanca ha concedido un total de 1.300 millones de dólares (1.160 millones de euros) en asistencia militar en 2024. "Es la primera vez que la administración Biden entrega el monto total", dijo Kaldas, añadiendo que en el pasado, Washington retenía al menos una parte condicionada a los derechos humanos.
"Sin embargo, en realidad, Egipto está mucho peor en ese frente", afirma a DW. Además, antes del 7 de octubre, los egipcios estaban muy centrados en el deterioro de la economía de su país. "Pero los horrendos crímenes de guerra cometidos por Israel contra civiles palestinos que viven en Gaza han dividido su atención", dijo Kaldas.
El analista cree que la opinión pública podría cambiar aún más, a medida que los egipcios vean cada vez más a su gobierno como parte del problema. "En el futuro, será un delicado acto de equilibrio para los dirigentes egipcios, ya que intentarán mantener también el apoyo occidental", concluyó.
(cp/ers)