25 años de Malvinas: posiciones irreconciliables
24 de enero de 200725 años después de la guerra de las Malvinas, ¿cuál es la situación hoy entre ambos ex enemigos? Existe una posibilidad cierta de llegar a una solución negociada?
Aunque el estilo de las dos naciones de abordar el tema de las Malvinas aparentemente no es muy disímil del modo cómo otros países con disputas territoriales con el Reino Unido encaran las relaciones bilaterales (como España con respecto a la península de Gibraltar), es necesario constatar efectivamente importantes diferencias. Si bien el Reino Unido insiste en mejorar las relaciones bilaterales ofreciendo realizar un acto conjunto por los 25 años de la guerra de las Malvinas, no ha modificado su posición tradicional de negarse a negociar, ya sea bilateralmente o multilateralmente, el tema de la soberanía argentina sobre las islas. Argentina, por otro lado, sustenta su estrategia en su posición favorable en las cumbres latinoamericanas y en el respaldo que tiene en la Asamblea General y el Comité de Descolonización de la ONU para insistir en la cuestión de la soberanía. Naturalmente, ambas posiciones parecen bastante irreconciliables en el corto plazo.
El ministro argentino de Asuntos Exteriores, Jorge Taiana, expuso recientemente la posición argentina al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. ¿Qué quiere Argentina? ¿Y qué quiere Gran Bretaña?
Taiana expone la tesis argentina de que todos los temas están sujetos a negociación. De acuerdo con las resoluciones vigentes de la ONU que urgen a ambos países a negociar conjuntamente una resolución a la disputa. El Reino Unido quiere preservar el statu quo para poder seguir usufructuando tanto política como económicamente su posición hegemónica en el conflicto.
¿Cuáles son los intereses en relación con las islas Malvinas/Falkland? ¿Son estratégicamente importantes, se trata de materias primas o petróleo, tiene que ver con la Antártida o se trata sólo de orgullos nacionales?
Si bien explícitamente Argentina mantiene una posición de principios respecto al tema de las islas, es indudable que consideraciones estratégicas están en el orden del día. Por ejemplo, Argentina se resiente significativamente del unilateralismo británico en cuestiones como los hidrocarburos y la pesca. A modo de ilustración, en el 2006 el Reino Unido decidió extender licencias de pesca a todo el que estuviera interesado por 25 años en lugar de un año, como lo venía haciendo. La Argentina considera que ello está en contraposición tanto a los entendimientos bilaterales provisionales, bajo la fórmula de salvaguarda de la soberanía, como al mandato de no introducir modificaciones unilateralmente, impuesto por Resolución 31/49 de la Asamblea General.
Un miembro de la familia real y un ministro de Gran Bretaña visitarán en junio las islas. ¿Una provocación?
Aunque sería utópico esperar gestos significativos hacia Argentina por parte de cualquier contingente formado por miembros de la familia real, considero que si la visita no estuviera limitada sólo a las islas y supusiese también alguna visita en territorio continental argentino a familiares de soldados caídos en la guerra, sería sumamente positivo en relación con los efectos en la opinión pública argentina, algo movilizada en la cuestión de las islas bajo el Gobierno de Kirchner, semejante gesto no sólo matizaría la posición británica, sino que también haría que la visita se convirtiera en una avanzada de futuras acciones para acercar más a ambos países.
Jorge Gordín es doctor en ciencia política (University of Pittsburgh). Actualmente es investigador asociado en el Instituto de Estudios Latinoamericanos en el marco del GIGA ( German Institue of Global and Area Studies), Hamburgo, Alemania.