¿Virus cancerígeno?
Hay virus que pueden provocar cáncer. En el caso del cáncer de cuello uterino esto ya ha sido comprobado. Científicos del Centro Alemán de investigación del Cáncer en Heidelberg sospechan ahora que hay otro virus del papiloma. Éste sería capaz de causar cáncer de piel, concretamente aquel conocido como ‘cáncer blanco de piel’. Aunque ésto no parece ser un término muy apropiado porque “los tumores en cuestión no son en absoluto blancos. Se trata de formaciones costrosas, que parecen grandes verrugas y pueden sangrar fácilmente.”
Así lo explica Lutz Gissman, virólogo del Centro Alemán de Investigación del Cáncer. Este tipo de cáncer de piel es muy frecuente. En Alemania lo contraen unas 170.000 personas cada año. Pero, contrariamente al melanoma, éste tipo de cáncer rara vez es mortal. Prácticamente no forma metástasis y se puede extirpar fácilmente. Pero surge muchas veces en la cara, lo cual significa una carga emocional muy seria para los pacientes.
Sol: fuente de vida...y muerte
Desde hace mucho ya que se sospecha que este cáncer puede ser desatado por un virus, además de por el sol. “La luz ultravioleta es un gran factor de riesgo, eso se ve claramente en países como Australia, donde la radiación solar directa es muy elevada, pero los australianos con su piel clara no están adaptados a ello. La frecuencia de este tipo de cáncer es allí cinco veces mayor que aquí. Es evidente que los rayos solares, es decir la radiación ultravioleta, juega un papel importante,” afirma Lutz Gissmann.
Los científicos desarrollaron la siguiente hipótesis: el virus permite que se desarrolle el cáncer, ya que propicia que surjan células cutáneas especialmente sensibles a la luz ultravioleta. Los investigadores verificaron su tesis en ratones cuyo material genético había sido previamente alterado, simulando así una infección con el virus. Luego se expuso a estos ratones y a otros, simples ratones de laboratorio, a la luz ultravioleta. El resultado fue que únicamente los ratones con los genes alterados contrajeron cáncer de piel.
Se supone que a partir de determinado punto "ya no son necesarios los virus del papiloma. La luz ultravioleta sigue actuando y las células – previamente dañadas por la información viral – pueden seguir creciendo hasta formar un tumor. Es posible que este proceso también pueda ser desatado sin los virus, pero en una frecuencia mucho menor,” dice Gissmann.
Cada virus es distinto
En el caso del carcinoma de cuello uterino, provocado por el virus del papiloma humano, actúa otro mecanismo. Allí se encuentra material genético del virus en todas las células cancerígenas – es el virus el que hace que el tumor prolifere. Los investigadores que estudian el cáncer a la piel también buscaron ADN del virus en las células cancerígenas, pero no lograron encontrar nada.
Los virus, que según Gissmann provocan probablemente el 'cáncer blanco de piel', son otros que los causantes del cáncer cervical. Se trata también de virus del papiloma, pero de otro tipo. Hoy en día existe la posibilidad de vacunarse contra los virus que desatan el carcinoma de cuello uterino. Pero, la posibilidad de que se desarrolle también una vacuna, que prevenga el cáncer a la piel es, según Gissmann, aún muy remota: “No soy nada optimista en cuanto a que podamos trabajar en una vacuna así en los próximos diez o veinte años. Es un proceso muy difícil. Hay que encontrar a algún potentado, con mucho dinero, o sea una empresa farmacéutica, y convencerla de invertir en el tema. Considerando lo difícil que fue en el caso del cáncer cervical, a pesar de que los datos eran evidentes, soy bastante escéptico.”
"Un ratón es un ratón"
Pero, una vacuna sería la única prueba segura de que también en el ser humano el cáncer de piel es provocado por el virus del papiloma. Porque, según el experto alemán, los experimentos con animales no ofrecen certeza verdadera. Porque “un ratón es un ratón y un ser humano, es un ser humano. Es algo bien difícil y todavía faltan muchas piezas en este rompecabezas,” concluye el científico alemán. Por lo pronto, de algo sí podemos estar seguros: largos baños de sol no son nada buenos para la salud.
Autora: Brigitte Osterath / Valeria Risi
Editora: Emilia Rojas-Sasse