Vacuna contra el cáncer
Las células cancerosas se diferencian de las células sanas por poseer características especiales, entre ellas, por proteínas específicas que se hallan en su superficie. Investigadores holandeses planean utilizar esas proteínas para incentivar al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas. Una alternativa que podría representar una nueva terapia contra esa enfermedad.
Cuando el organismo enferma, el sistema inmunitario trabaja a toda máquina. Las células de defensa se activan y son capaces de reconocer estructuras específicas en la superficie de las bacterias o virus. Al reconocerlas, producen anticuerpos que marcan al intruso. Luego entran en escena las células encargadas de neutralizar a los agentes patógenos fagocitándolos. Este es el sistema que el investigador John Haanen, del Instituto Neerlandés de Investigación del Cáncer de Amsterdam planea emplear en la terapia oncológica. La idea es que el sistema inmunitario aprenda a reconocer células cancerosas y a deshacerse de ellas. Pero las células cancerosas se defienden muy bien de los ataques del sistema inmunitario.
“Queremos lograr que el cuerpo ponga en marcha una reacción inmunológica contra caracteres específicos de las células cancerosas, contra lo que permite que sobrevivan. Si podemos atacar ese sistema específico, entonces morirán”, dice John Haanen.
Inyección de ADN para activar el sistema inmunológico
Esas características especiales son, la mayoría de las veces, proteínas. John Haanen y su equipo inyectan el plan genético, es decir, el ADN, de esas proteínas en células sanas del cuerpo del paciente. De ese modo, el ADN es leído por las células, que comienzan a producir las proteínas típicas de las células cancerosas, inofensivas para el cuerpo, y las transporta al tejido circundante. Las células del sistema de defensa del organismo las reconocen como cuerpos extraños y comienzan a atacarlas. Y como en las células cancerosas del paciente también están presentes esas proteínas, el sistema inmunitario comienza a combatirlas, porque aprendió y memorizó que esas proteínas son invasoras y que hay que eliminarlas.
Para transportar el plan genético a la célula, los investigadores utilizan los llamados plásmidos, que son moléculas de ADN provenientes de bacterias que usan estos fragmentos de ADN para intercambiar información.
“En los plásmidos podemos insertar genes que pueden llegar a ser claves para la lucha contra el cáncer. Pueden ser características que sólo están presentes en células cancerosas. Sabemos que las células del organismo humano utilizan la información genética de estos plásmidos para producir proteínas, pero todavía no sabemos cómo lo hacen”, explica John Haanen.
La ventaja de los plásmidos es que se adaptan fácilmente y son muy flexibles. Además, es un método más seguro, ya que la información genética que contienen los plásmidos, no se inyecta en el genoma, es decir, en el plan genético de la célula. El ADN permanece fuera del núcleo celular.
“Ese es un factor muy importante, ya que, de lo contrario, la célula transmitiría esa información del tumor a todas las células hijas al reproducirse. Nuestro método es más seguro que otros en los que la información se introduce a través de virus en la célula, ya que esos virus incorporan el ADN en su genoma de forma permanente”, señala el científico.
Exitosos experimentos en animales
Como la sustancia genética no se transmite a la célula hija, la inyección de proteínas debe repetirse una y otra vez. John Haanen y sus colegas ya probaron con éxito la inyección de ADN en experimentos con animales. El método funcionó incluso en monos. Pero todavía no han podido combatir el tumor en pacientes con cáncer avanzado.
“Aún no sabemos por qué no funciona. El cáncer en seres humanos es altamente complejo. Algunos tumores existen desde hace mucho tiempo y han desarrollado estrategias muy particulares para escapar al sistema de defensa del organismo. Producen algunas moléculas o se construyen un microambiente que aleja a las células inmunológicas del tumor”, dice John Haanen.
Con concentraciones más altas de la sustancias proteínica, los científicos intentan ahora activar al sistema inmunológico para que ataque a las células cancerosas. El investigador holandés está convencido de que la inyección de ADN tiene futuro en la terapia oncológica.
Autora: Christine Westerhaus/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina Valencia