Ramadán en Alemania
“Aquí hay dátiles, es de las primeras cosas que se come tras romper el ayuno. Estos vienen de Túnez, y son más dulces; los de aquí son iraníes, y son muy sabrosos; nos los llevamos. Aquí tenemos carne; me encanta la carne de cordero.”Salma es una de los cerca de cuatro millones de musulmanes que viven en Alemania, y en concreto, parte de la comunidad de 30.000 musulmanes que habita en la pequeña localidad de Bad Godesberg, en Renania del Norte Westfalia.
Viéndola comprar un par de kilos de carne de cordero para una familia de tres miembros, cualquiera se sorprendería al saber que es una fiel seguidora de las tradiciones del Ramadán desde que tenía 10 años. Y es que cuando el sol se pone, el ayuno del Ramadán toca a su fin, y la costumbre es reunirse con invitados y amigos para celebrar las fechas con un buen banquete.
Su marido, Yamen, lo explica:“Cuando se tiene hambre, uno se da cuenta de lo duro que es pasar hambre, y siente ganas de ayudar a los demás. Por eso, es un buen acto el preparar comida para otros.”
Reglas sagradas
No en vano, la generosidad es uno de los pilares del Ramadán. Siguiendo los preceptos del profeta Mahoma, durante estas fechas también se deben incrementar las lecturas del Corán y las prácticas religiosas. Es obligatorio tomar algún alimento por la madrugada, siempre antes del "Fayr" o inicio del tiempo de la primera oración del día, y se debe romper el ayuno inmediatamente después de la puesta del sol y al comienzo del tiempo de la oración del anochecer.
Entretanto, los fieles deben abstenerse de cualquier alimento o bebida, así como de todo lo que contradice el ayuno en lo moral: malas palabras, malos actos o malos pensamientos.
Excepciones
Por supuesto, se trata de una práctica dura que no todas las personas pueden llevar a cabo. Existen casos en los que una persona está exenta de mantener el ayuno: mujeres embarazada, en período de lactancia o durante la menstruación, enfermos mentales, ancianos débiles y menores de edad. Para éstos, el Ramadán es una opción, no una obligación.
Para el joven Hakam, de 12 años, este es su primer año, y ya ha adquirido una sabiduría, fruto de la experiencia:“Cuando se hace deporte, y se tiene sed, no se está permitido beber agua. Por eso, durante el Ramadán la gente no mueve mucho y se queda en casa, jugando al ordenador o con la Playstation (risas)”.
El Ramadán tiene, por supuesto, sus comidas y recetas típicas, y nosotros en nuestras audiorecetas no hemos querido perder la oportunidad de presentar uno de los platos más representativos de esta tradición: una sopa harira, que contiene todo lo que necesita el cuerpo: proteínas, hidratos de carbono, y vitaminas. Y un sabor auténtico.
Sopa Harira
Ingredientes para 6 personas
100 g de garbanzos, mantenidos en agua durante una noche, y secados
100 g de carne de ternera o cordero, con huesos
50 g de lentejas, mantenidas en agua durante una noche, y secadas
2 cebollas picadas
1 ½ l de agua
250 g de tomates rallados
4 cucharadas de apio picado
3 cucharadas de cilantro fresco picado
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas de pasta de tomate
1 cucharadita de jengibre fresco picado
1 cucharadita de pimienta molida
1 cucharadita de pimentón dulce
1 pizca de azafrán
Preparación
Freír ligeramente la carne y la cebolla en aceite de oliva en una olla. A continuación, añadir las especias, hierbas (excepto el cilantro), garbanzos, lentejas y el litro y medio de agua. Dejar hervir durante una media hora.
Cuando los garbanzos y la carne están tiernos, agregar el tomate rallado y la pasta de tomate, y dejar cocinar sin tapar la olla hasta que la sopa adquiere la consistencia deseada.
Servir caliente, espolvoreando con el cilantro fresco.
La voz de nuestros usuarios
“Quiero felicitar al Sr. Santillán y todo su equipo por los 40 años de cocina argentina en Colonia con El Gaucho. Qué importante es saber que nuestros compatriotas estén difundiendo nuestra gastronomía, cultura y demás. Sentí una gran emoción escuchar cantar al Sr. Santillán y nuestra excelente y muy bien recordada Mercedes Sosa. ¡Sigan así!”
Zulma Edith Rosales, Argentina
Autora: Miriam Klaussner / Lydia Aranda Barandiain
Editor: Pablo Kummetz