Las papas más tempranas de Alemania
Renania Palatinado es un estado alemán conocido por sus viñedos: algunos de los mejores vinos alemanes salen de ellos, y es la región más al norte de mundo donde todavía se produce vino tinto. No obstante, la asociación de agricultores “Pfälzer Grumbeere” está decidida a hacer saber al mundo que no solo la uva del Palatinado es especial: también lo son sus papas tempranas, o “Frühkartoffel”.
Las papas del Palatinado, que en el dialecto regional se llaman “Pfälzer Grumbeere” son uno de los tesoros que esconde esta región de clima tan peculiar, tal y como nos explica el portavoz de la cooperativa, Johannes Zehfuß: “Se trata de una región muy especial en Alemania, con una temperatura media anual de 10 grados. La época de cosecha puede empezar tan temprano como el mismo mes de febrero, lo cual nos da una gran ventaja sobre otras cosechas que normalmente no se recogen hasta agosto, y se puede alargar hasta noviembre”.
Un mundo alrededor de la papa
Pfälzer Grumbeere, organización que se remonta a 1951, cuenta con 308 productores de papas, con un total aproximado de 4.000 hectáreas de terreno de cultivo. De la cosecha anual salen unas 120.000 toneladas de papas, y en la época de mayor esplendor, la cantidad diaria puede llegar a 3.500 toneladas. Zehfuß añade, además, que la papa del Palatinado también es especial por su alta calidad y el especial sabor que le aportan los minerales de la tierra de la región de Palatinado. “Pfälzer Grumbeere es una marca original protegida”, dice Zehfuß. “Es un producto con mucho éxito, y prueba de ello son los casos que he observado en los que algunas personas tratan de copiar nuestra marca y vender sus papas como si vinieran de nuestra región. Con ello queda claro que es una denominación de origen que provoca demanda en el mercado”.
Aún así, la cooperativa Pfälzer Grumbeere no deja de trabajar para hacer su producto más conocido en Alemania, y también en el extranjero. “Trabajamos en varias campañas de marketing a distintos niveles para promocionar nuestros productos”, explica Zehfuß. “Por ejemplo, organizamos talleres en escuelas para enseñarles a los niños lo que hacemos, y les animamos a que cultiven ellos mismos papas en el colegio y observen su desarrollo a lo largo del año. También damos cursos de cocina con papas tempranas: los que los aprueban reciben una ‘licencia de cocina y alimentación'”.
La papa y los deportes
Además, cada año se elige al “embajador de la papa”: una persona famosa en Alemania que consigue, con su nombramiento, atraer la atención sobre las Pfälzere Grumbeeren. Este año, la embajadora es Miriam Welte, campeona olímpica de ciclismo en pista. El año que viene, según ha anunciado Zehfuß, el embajador será Horst Eckel, jugador de la Selección de Alemania que ganó el Mundial en 1954. “Es un gran honor contar con estas celebridades, que se comprometen con nuestras papas y ejercen una labor de publicidad muy valiosa”.
“Me siento muy orgulloso de decir que nuestras papas son las número uno en calidad en Alemania, y esto se debe en gran parte a las condiciones climáticas tan especiales que tenemos y en los minerales únicos de la tierra en la que tantos viñedos crecen. Estos le aportan a nuestras papas un sabor único y especial. Además, cultivamos papas de muchos tipos y tamaños diferentes que se pueden usar para recetas diversas”, afirma Zehfuß, quien no solo es agricultor de papas, sino también gran aficionado a la cocina. Por ello, nos ha recomendado una receta muy típica de su región para nuestro programa de hoy: “Gebredelde”, la versión del Palatinado de las típicas papas asadas.
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Emilia Rojas