Medusas: de plaga de playa a plato gourmet

Las medusas evocan las asociaciones más diversas: a algunos se les pone la piel de gallina con solo pensar en su textura gelatinosa, otros temen su picadura venenosa, mientras que los demás las consideran bellezas marinas. Ya sean una plaga en las playas vacacionales o la caza predilecta de Bob Esponja, seguramente nadie pensará en comerlas.

No obstante, la Organización para la Alimentación y la Agricultura FAO pretende precisamente promover el consumo de medusas. La pesca excesiva de sus enemigos naturales como las tortugas y los atunes, así como los residuos que son desechados a los mares, han llevado a su proliferación sobre todo en el Mediterráneo y el Mar Negro.

Una cuestión cultural

La FAO advierte que este animal constituye una amenaza para los peces, porque se alimenta de sus huevos, larvas y crías. Para evitar que las medusas se expandan en los mares y contrarrestar el efecto negativo que eso tendría sobre la pesca, la salud pública y el turismo, la FAO recomienda incluirlas en nuestra dieta.

¿Una idea realista? Johann Behrens, guía de turistas en las aguas bajas del Mar del Norte y conocedor de su fauna marina, indica que la medusa común es la única medusa comestible de aguas alemanas. Sin embargo, admite no haberla probado aún: “La idea me provoca cierto horror. Pero el hombre come lo que conoce, en Italia, por ejemplo, comen pájaros cantores o, en Francia, muslos de rana. No crecí con esa costumbre, por lo que le tengo cierta aversión. Pero no es algo que no se pueda superar”.

Bajas en grasa, sal y calorías

De las medusas se aprovecha la cabeza. Su sabor se parece al de las algas u ostras, además son bajas en grasa, sal y calorías. Por su alto contenido de colágeno, su consumo también es bueno para la piel. En países asiáticos como China, Corea, Japón o Tailandia las medusas se consumen desde hace siglos y su comercio genera millones de dólares.

Behrens sabe que la introducción de la medusa en la gastronomía europea es difícil por cuestiones culturales. Durante sus excursiones en las aguas bajas del Mar del Norte, sus huéspedes muchas veces le preguntan qué animales, moluscos o plantas marinas se pueden comer:

“A veces llegan huéspedes del extranjero, sobre todo estudiantes de Corea o de China, y ellos tienen un punto de vista completamente diferente de lo que es comestible o no. Para muchos es normal comer ciertas cosas, como las medusas, que nosotros ni siquiera percibimos como comida”.

En Alemania, hasta ahora, los restaurantes asiáticos son los precursores en la cocina a base de medusas. Para los paladares valientes, Johann Behrens nos comparte a continuación una receta para preparar ensalada de medusa.

Ingredientes

800 gramos de medusa (Éstas se pueden comprar en las tiendas de productos asiáticos. No usar ortigas de mar)

2 pepinos grandes

2 cebollas

4 cebollines

2 dientes de ajo

3 cucharadas grandes de mantequilla de cacahuate

3 cucharadas grandes de salsa de soya

3 cucharadas grandes de vinagre

3 cucharadas grandes de azúcar

60 milímetros de zumo de limón

2 cucharadas grandes de aceite para ensaladas

1 salpicadura de salsa de chile

Sal y pimienta según gusto propio

Preparación

Lavar bien las medusas bajo agua corriente. Después cortar las medusas en pequeñas tiras y escaldarlas unos segundos en agua hirviendo. Pasarlas por agua fría y dejarlas escurrir.

Cortar los pepinos, las cebollas y los cebollines en pequeños dados y ponerlos en un recipiente. Para el escabeche, mezclar el ajo, la mantequilla de cacahuate, la salsa de soya, el vinagre, el azúcar, el zumo de limón, el aceite para ensaladas, la salsa de chile, sal y pimienta.

Mezclar el escabeche y las tiras de medusa. Éstas tienen que quedar completamente cubiertas por el escabeche. Dejar reposar todo antes de servir.

Guten Appetit!