Las milicias de Teherán: ¿leales o autónomas?
El jefe de la Fuerza Al Quds iraní, Qasem Soleimani, estuvo en movimiento hasta el último momento de su vida. Según informes de prensa, desde el aeropuerto de Bagdad, donde fue asesinado por un avión no tripulado estadounidense, estaba a punto de ir a una entrevista con el primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi. Ambos hablarían sobre las formas de limitar las tensiones entre Irán y Arabia Saudita.
Sin embargo, Soleimani raramente viajaba con intenciones pacíficas. Desde que asumió el mando de las unidades de Al Quds en 1998, se preocupó, en su mayor parte, por expandir las relaciones del régimen de Teherán con actores no estatales relevantes en el mundo árabe. Un pilar clave de estas relaciones fue la pertenencia al islam chiita, vínculo a través del cual Soleimani inició nuevas relaciones o amplió las existentes.
El gobierno de Teherán ha mantenido contactos con actores no estatales durante mucho tiempo. El socio más importante es Hezbolá en Líbano. Las relaciones con una serie de milicias iraquíes como las Unidades de Movilización Popular, que comprenden varios grupos menores, han sido puestas a prueba a lo largo de los años. En Yemen, los iraníes mantienen estrechos contactos con los rebeldes hutíes, que se unen a los mulás de Teherán sobre todo en su oposición a Arabia Saudita. En los últimos años, Teherán también ha creado una red de grupos en Siria cercanos al presidente Bashar al Assad y que también representan una amenaza directa para Israel.
Con estos grupos, el gobierno de Teherán cuenta con una amplia red de aliados con los que puede contar en caso de conflicto.
Milicias enfurecidas
¿Qué tan leales son estos grupos? Han demostrado su disposición a luchar durante años en los puntos conflictivos centrales de los países árabes. Pero, ¿se someterán también a la política decretada por Teherán, aunque inicialmente se abstenga de realizar grandes contraataques, como hizo después del asesinato de Soleimani?
El 3 de enero, el líder de Hezbolá, Hasan Nasrala, llamó a las milicias chiitas a atacar al ejército estadounidense en todo Medio Oriente, incluso a través de atentados suicidas. Los estadounidenses abandonarían la región en "ataúdes", dijo Nasrala. Al mismo tiempo, también amenazó a Israel. Originalmente, según Nasrala, Israel había querido asesinar a Soleimani, pero falló o no se atrevió a hacerlo. El líder de Hezbolá no dejó ninguna duda sobre la preparación de su milicia para el combate. Pero hasta ahora él, al igual que los otros líderes de la milicia asociados con Irán, ha frenado a sus tropas.
Aparentemente lo está haciendo en consulta con los líderes en Teherán, dijo a DW el experto en islam Udo Steinbach. "Las milicias son política y en parte también económicamente dependientes de Irán". Hasta ahora, Hezbolá siempre ha seguido las pautas de Teherán, y los hutíes yemeníes también están estrechamente vinculados a Irán. Según Steinbach, las milicias en Irak, que también están integradas en el ejército iraquí, tienen una relación un tanto floja con Irán. Sin embargo, en general, todos los grupos eran leales a Teherán. "Es difícil imaginar que las milicias pensaran en tener vida propia después de la muerte de Soleimani, ya sea política o militarmente”, comenta.
Las preocupaciones de Israel
Sin embargo, la muerte de Soleimani ha puesto particularmente a Israel en alerta. En caso de conflicto armado, Hezbolá tiene una enorme influencia, dijo el exvicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional, Chuck Freilich, en entrevista con el periódico Times de Israel. Por primera vez, dijo, Hezbolá es el primer actor árabe capaz de interrumpir las capacidades ofensivas del país al atacar los centros de movilización y los almacenes. "Así que nos enfrentamos a un año crítico en un momento en que nuestros líderes políticos están involucrados en numerosos problemas externos", dijo Freilich.
Irak: milicia con una agenda urgente
Hasta ahora, Teherán se ha conformado con una reacción reservada frente al asesinato de Soleimani. El bombardeo de las bases iraquíes utilizadas por el ejército estadounidense no se cobró ninguna vida. Sin embargo, si las milicias asociadas a Teherán no están satisfechas con esto, podrían tomar medidas independientemente de Irán, dijo a la revista Foreign Policy la politóloga Dina Esfandiary, de la New York Century Foundation. En caso de duda, las milicias no se someterán a la voluntad de Teherán. "No importa si Irán se detiene. Irán puede haber vengado el asesinato de Soleimani, pero las milicias iraquíes todavía tienen que vengar la muerte de Al Muhandis", dijo Esfandiary. Abu Mehdi Al Muhandis, el comandante iraquí de las unidades Hash-ash-Shabi, fue asesinado en el aeropuerto de Bagdad junto con Soleimani.
Udo Steinbach hace una evaluación diferente. La forma en que se desarrollará la relación iraní-estadounidense en el futuro solo se decidiría en las capitales de los dos países: "Si los iraníes en Teherán piensan que es hora de dar un paso hacia Estados Unidos, implementarán esta decisión de manera pragmática. Solo el Ayatolá Jameneí decidirá eso. Y las milicias aliadas no se opondrán a esta decisión", concluye.
(ee/dzc)
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