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El alto costo de la polución

Las secuelas de la polución en Europa son graves. Las pérdidas de cosechas y los costos de las bajas laborales por razones de salud se elevaron en 2012 a por lo menos 59 mil millones de euros, según un estudio.

Imagen: imago/blickwinkel

¿Londres, sumido en la niebla? ¿Chimeneas humeantes en la cuenca del Ruhr? Todo eso es ya cosa del pasado. Las emisiones de gases se han reducido considerablemente. La calidad del aire ha mejorado en Europa. No obstante, la concentración de partículas nocivas sigue siendo un peligro para la salud, según un estudio realizado por la Agencia Medioambiental Europea (EUA, por sus siglas en alemán), con sede en Copenhague.

El organismo examinó 14.00 plantas industriales, centrales eléctricas y empresas agrícolas, con el objetivo de cifrar los costos que produce la polución a la sociedad europea. Finalmente llegó a una suma de entre 59.000 millones y 189 mil millones de euros en el año 2012.

La gran diferencia entre ambas cifras obedece a los resultados que se obtienen con distintos modelos de cálculo de perjuicios económicos.

Los más contaminantes

Uno de los resultados de la investigación fue que entre los 30 principales emisores se cuentan 26 plantas productoras de electricidad a base de carbón. También la industria acerera y la química producen altas concentraciones de elementos tóxicos.

El estudio se centró en estas emisiones nocivas y sus efectos en un plazo de cinco años. Entre 2008 y 2012, los perjuicios se cifraron en por lo menos 329.000 millones de euros, y quizás podrían elevarse incluso a 1.053 millones. La EUA registró casos de muertes, hospitalizaciones por enfermedades respiratorias, bajas laborales por estas causas y daños a edificios.

Arne Fellermann, de la agencia europea, afirma que “existen posibilidades técnicas” de inducir a los mayores contaminadores de Europa a reducir sus emisiones. Las empresas argumentan que, con mayores gastos para proteger el medio ambiente perderían competitividad. Pero, como subraya Dorothee Holz, de la organización alemana Deutsche Umwelthilfe, la contaminación del aire no se detiene en las fronteras, de modo que “se requiere una política europea para mantenerlo limpio”.