De la carencia a la abundancia: la alimentación en Alemania
Dime qué comes y te diré quién eres: Nuestra alimentación revela nuestro estilo de vida, así como realidades y mentalidades sociales. Asimismo, está sujeta a modas y tendencias. El milagro económico alemán, que siguió a la Segunda Guerra Mundial, volvió a llenar los estantes de los supermercados. Si bien la generación de posguerra sufrió hambre, hoy en día, la dificultad reside en elegir de entre una oferta casi ilimitada.
En Alemania, uno de cada ocho alimentos se tira a la basura. Al mismo tiempo, crece la cantidad de personas que no tienen suficiente dinero para comer. Actualmente, cerca de 1,5 millones de alemanes dependen de centros de distribución de comida gratuita, llamados “Tafeln”.
La primera pizzería en Alemania
La gastronomía alemana tiene una fuerte influencia multicultural y lleva el sello de los diferentes grupos de inmigrantes que arribaron a tierras germanas. En la actualidad, por ejemplo, es imposible imaginar a Alemania sin el famoso döner kebap, una especialidad originaria de Turquía.
Peter Hoffman, portavoz del museo Casa de la Historia, en Bonn, que hospeda la exposición “¿Qué se come y bebe en Alemania?”, cuenta que uno de sus objetos favoritos proviene de la primera pizzería que abrió sus puertas en Alemania, en 1952: “Contamos con un colador de pasta del primer restaurante italiano en Wurzburgo. Se parece a un colador para la ducha y está un poco oxidado. En aquel entonces, el dueño de ese local lo construyó manualmente para preparar su pasta”.
Asimismo, a partir de los años 50, los alemanes occidentales descubrieron muchos platillos exóticos en sus vacaciones en España, Italia, Grecia o Yugoslavia. En la República Democrática Alemana, en cambio, la cocina extranjera se limitaba a especialidades de otros países comunistas.
Auténtica comida japonesa en Alemania del Este
El legendario restaurante japonés “Waffenschmied”, en Turingia, llegó a ser una de las pocas excepciones. En 1966, el gastrónomo Rolf Anschütz ofreció por primera vez auténtica comida japonesa, servida por geishas y acompañada de un baño ritual.
Al principio, los funcionarios del gobierno socialista se opusieron a estos banquetes, sin embargo, acabaron apoyando el restaurante. Este se hizo tan famoso que sus huéspedes, entre ellos políticos y estrellas, a veces tenían que esperar hasta uno o dos años para conseguir un lugar.
En tiempos recientes, los alemanes también han redescubierto platillos regionales casi olvidados. A continuación, los invitamos a preparar una especialidad del sur de Alemania: Gaisburger Marsch.
Ingredientes
2 litros de agua
800 gramos de carne de res
sal
3 zanahorias
1 apio mediano
1 cebolla
400 gramos de pasta suaba “Spätzle”
500 gramos de papas
30 gramos de mantequilla
½ manojo de perejil
Preparación
Poner a hervir el agua en una olla con la carne de res y una cucharada pequeña de sal. Después cocinar la carne a fuego lento unas dos horas. 45 minutos antes de que termine de cocinar, añadir la zanahoria y el apio picados. 15 minutos antes, agregar las papas cortadas en trozos.
Después de cocida, sacar la carne y cortarla en pedazos. Cortar la cebolla en láminas finas y freírlas en mantequilla. Añadir los pedazos de carne y la pasta suaba al caldo y calentarlo. Decorar el plato con cebolla y perejil.
Guten Appetit!
Si desean conocer más datos curiosos sobre la historia de la alimentación en Alemania, los invitamos a escuchar nuestro podcast Audiorecetas.
La exposición “Is(s) was?! Essen und Trinken in Deutschland” (“¿Qué se come y bebe en Alemania?”) está abierta al público del 28 de marzo al 12 de octubre de 2014 en el museo Casa de la Historia, en Bonn.
Autor: Violeta Campos
Editor: Enrique López