Carnaval, dulce Carnaval

Colonia ha vivido un febrero tranquilo, algo bastante atípico en esta época del año en la ciudad renana, pero esta semana, por fin, llegó el tardío carnaval. Una vez más, los coloneses parecen dejar su típica seriedad alemana a un lado y se convierten en “Narren”, la palabra usada para describir a las personas que se disfrazan y festejan el carnaval a lo grande. Y, como no podía ser de otra manera, este año también se espera un enorme flujo de turistas de todas las partes del resto de Alemania y del mundo que no se quieren perder esta transformación.

“En una región donde las fiestas de carnaval son grandes, no hace falta publicitarlo para atraer a la gente, pero está claro que los turistas son una enorme fuente de ingresos para estas regiones y estados. Es importante recordarles lo que se celebra, porque el turismo tiene gran potencial en estas fiestas.” Jan Wieseke, investigador de marketing de la Universidad de Bochum, se refiere con ello a las cifras publicadas por la Asociación del Carnaval Alemán (Bundes Deutscher Karneval, o BDK) el pasado año.

Cifras millonarias

Según su información el volumen de negocios actual solo en la compra de artículos de carnaval y campañas publicitarias llega casi a los 2.000 millones de euros. “Lo más destacable son, por supuesto, los disfraces”, añade Wieseke. “El Carnaval a veces se compara con Halloween en ese sentido, pero realmente no tienen nada que ver”.

Y es que la BDK cuenta en sus filas con más de 2,5 millones de “Narren”, organizados en cerca de 4.700 asociaciones. Pero estos no son los únicos que hacen de Carnaval un negocio único: los millones de turistas que cada año visitan las ciudades más “carnavalescas”, como Colonia, Düsseldorf o Maguncia, hacen subir los ingresos como la espuma gracias a sus gastos en gastronomía y hostelería. En Colonia, por ejemplo, todo esto llega a generar un volumen de ventas totales de más de 460 millones de euros – de ello, 85 millones solo van a los disfraces.

Otro negocio que hace “el agosto” en el febrero colonés es el de la confitería. No solo carnaval es tiempo de deliciosas pastas y bizcochos en las panaderías, sino que en la famosa cabalgata del Rosenmontag, o Lunes de Carnaval, en Colonia llueven sobre los asistentes hasta 330 toneladas de caramelos, 700.000 tabletas de chocolate y hasta 220.000 bombones. En Düsseldorf, aunque la cabalgata es más pequeña, las cantidades llegan a nada menos que 45 toneladas.

Dulces para todos

Todo esto es lo que en Renania se conoce con el genérico nombre de “Kamellen”, que en realidad es una forma abreviada de llamar a los “Karamellen” o “Karamellbonbons”, es decir, a los caramelos y dulces. Con el grito de “Kamellen”, los renanos piden a los participantes en la cabalgata que les tiren más dulces, y aunque a veces esto puede resultar en una tableta golpeando a alguien en un ojo, para los renanos, merece la pena.

En nuestras Audiorecetas ya contamos con varias recetas de caramelos y bombones que pueden usar para recrear esta fiesta llena de dulces: caramelos caseros de miel y menta, bombones rellenos al gusto, trufas rellenas de gelatina con base de ganache, bocaditos de ron y otras varias delicias que pueden encontrar en nuestro catálogo de dulces. Les animamos a que creen una buena fuente de Kamellen con todas estas recetas, más la que les damos hoy: una opción para aquellos que disfrutan de caramelos más suaves y blanditos, sin renunciar a lo sano. Hoy preparamos unos caramelos de goma de piña y manzana.

Caramelos de goma de piña y manzana

Ingredientes

1 piña entera
200 ml de jugo de manzana
200 g de azúcar
2 cucharadas de jugo de limón
1 cucharada de gelatina vegetal Agar
Algo más de azúcar para espolvorear

Preparación

Pelar la piña, cortar en cuartos y eliminar el tronco central. Trocear la piña y triturarla bien con una batidora o procesador de alimentos.

Agregar el jugo de limón, mezclar bien y pasar la mezcla por un colador.

Disolver la gelatina Agar en un poco de jugo de manzana.

Poner a calentar el puré de piña con el resto del jugo de manzana y el azúcar. Dejar hervir durante cuatro minutos sin dejar de remover.

Añadir la mezcla de jugo de manzana con gelatina y dejar cocinar otro par de minutos sin dejar de remover. A continuación, apagar el fuego y dejar que la mezcla se enfríe unos 10 minutos.

Extender la mezcla en una fuente con una base de papel de aluminio. Dejarla reposar unas dos horas y cortarla en trozos del tamaño que prefieran, espolvoreando algo más de azúcar por encima.

Dejar secar a temperatura ambiente dos días.

Como opción extra, pueden dejar la mezcla solidificarse con un palillo en su base para hacer una piruleta de goma. Asimismo, prueben hacer esta misma receta con otras frutas. ¡Las posibilidades son infinitas!

Autor: Deuse Klaus / Lydia Aranda Barandiain

Editor: Pablo Kummetz