Búsqueda acelerada de vacuna contra el ébola
Desarrollar un medicamento o una vacuna toma tiempo. Por lo general pasan unos 10 años hasta que una vacuna sea autorizada. Pero ahora, en el caso del ébola, probablemente el proceso será más breve. Algunos científicos ya están investigando la materia desde hace tiempo y han detectado algunas candidatas prometedoras, que han sido probadas incluso en simios. Lo que todavía falta son estudios clínicos en seres humanos. Y estos se iniciarán ahora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzará a probar dos vacunas contra el ébola en personal sanitario en África occidental. Se cuenta con unas 20.000 vacunaciones en enero y una cantidad similar en los meses siguientes.
Las etapas del proceso
Pero antes de iniciar esos estudios clínicos, es necesario comprobar que las vacunas sean seguras y no causen efectos secundarios peligrosos. Además, se necesitan estudios que demuestren que pueden activar una respuesta inmunológica del organismo humano. Tales estudios de la fase 1 se realizan con voluntarios sanos en África, Estados Unidos y Europa. Algunos ya han comenzado y otros comenzarán pronto.
Con esos resultados, la OMS espera poder iniciar la fase 2 en enero y febrero. Esta segunda fase se llevará a cabo con personas que podrían verse expuestas al virus del ébola, como enfermeras y médicos que trabajan en los centros de atención del África occidental. Las pruebas han de demostrar si las vacunas realmente son eficaces.
Normalmente, la fase 2 implica entre 100 y 500 pruebas. Si son exitosas, se pasa a la tercera fase, con grupos más grandes, de varios miles de personas. Pero, al parecer, la OMS se propone extender la fase 2 a miles de personas, con lo cual se saltaría una etapa y se ahorraría tiempo.
Las candidatas más prometedoras
Las dos vacunas en las que se depositan grandes esperanzas son Okairos AG y VSV-EBOV. La primera fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y la empresa farmacéutica GlaxaSmithKline. Se basa en un virus de resfriado, extraído de chimpancés, al que se agregó un gen de ébola.
La otra posible vacuna, VSV-EBOV, fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá y se basa en un virus debilitado, que afecta a animales y causa en ellos estomatitis vesicular. Un gen de este virus fue reemplazado por uno de ébola. No hay, sin embargo, motivos para cantar victoria. Es posible que esas vacunas no den resultado. Además, los expertos afirman que una vacuna, por sí sola, no detendrá la epidemia. Pero sí podría atenuar la propagación del ébola y quizá prevenir otros brotes.